Rachel, Rachel
Mi amiga Louella me ha inspirado este post. La llamo amiga con todas las consecuencias aunque no nos hemos visto nunca. Es la clase de amiga que traen las redes. Parece mentira. Quién nos hubiera dicho hace unos años que llegaríamos a querer a gente invisible, gente a la que no hemos contemplado de cerca, ni oído su voz al natural, ni sentido su paso cercano...La mejor ofrenda que nos hacen las redes, por lo demás tan tóxicas a veces, son estas personas que surgen sin esperarlo. Gente que viene y bah. O mejor, gente que ofrece su rostro sin rasgos a la consideración de todos, con valentía, fortaleza, verdad. Si Jane Austen viviera en este tiempo sería una asidua escritora de tuits. Tendría su perfil y en él se vería una hermosa casa de planta baja y valla verde, con jacintos y prímulas.
Louella, mi amiga invisible, me ha inspirado este post. Hablando de películas. Da igual de qué película, da igual si de acuerdo o en desacuerdo. El caso es que en la tarde de casi invierno, de un otoño ya frío y desangelado, con la casa en penumbra y esta luz que cae directamente sobre la pantalla de mi querido Mac (un amigo más, al que llamo Mark como Mark Darcy), he llegado, tras leer sus palabras hablando de la música de una película, hasta otra música de película, hasta otras músicas de películas, a esta mujer que hace música. Esa asociación de ideas, ese camino que siguen las palabras y que te llevan, cambiando el paso, moviendo la cadera, ciñendo el ritmo a las cosas de la vida, hasta alguien que está ahí, que conoces, que sigues, que adoras incluso. Rachel. Rachel Portman.
Rachel Portman es la compositora de "Emma", la película. ¿Verdad que reconoces su música? A veces fresca y otras veces añeja, como si condensara el paso del tiempo, como si estuviera hecha de pequeños trozos de piedra tallada, de cristales rotos, de pasiones ocultas. Se mueve la música y pasea por la casa y esa luz de la lámpara se desgrana sobre ella y la música sube y tú escribes...Rachel. Rachel. Hay una película que se llama así y están Joanne Woodward y Paul Newman y ella, la pobre, lo pasa fatal, aunque lo recuerdo vagamente porque la música está aquí otra vez y solo tengo ojos para Emma, que se sienta junto a su padre, el señor Woodhouse, y mira por la ventana de vez en cuando para ver si llega él. Todas las mujeres de Austen tienen un "él" en la cabeza y por eso Rachel Portman hizo esta música con un aire de esperanza inconfundible.
Ahora, en este instante, veo danzar a los bailarines vestidos de blanco y de muselina, ellas; con un traje oscuro y corbata de lazo, ellos. No se miran al danzar pero la música de Rachel va a acercarlos, seguro, porque este es un juego que siempre tiene premio. La música es lo que crea en nuestro ánimo el telón de fondo necesario para sufrir o gozar, en muchas ocasiones a la vez. Y eso lo ha levantado Louella con el pie, con una graciosa pirueta que se ha elevado en Twitter como una rosa aterciopelada que el viento levanta y esparce por el aire...
(Imagen: Rachel Portman)
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