Mi corazón abrilea cada vez que
me llegan tus palabras, todas ellas fértiles, aunque tristes en ocasiones.
Demasiadas salen de tu penumbra, de esa zona oscura en la que habitas sin
remedio. Sin embargo, cuando vuelan y se remontan en el espacio virtual en el
que somos, todas ellas parecen adquirir un hálito de vida. Esa vida es la que
me recibe cuando escucho en Abril que hay violetas que mueren apenas nacidas.
Abril se equivoca cuando intenta convertirse en un julio deshabitado. Cuando
las lluvias se esconden y no quieren ensuciar el fino estambre de un pavimento
seco.
Ha salido un nuevo libro de Paul Auster. Algunos lectores parece que han cerrado ya su relación con él y así lo comentaban. Han leído cuatro o cinco de sus libros y luego les ha parecido que todo era repetitivo y poco interesante. Muchos autores tienen ese mismo problema. O son demasiado prolíficos o las ideas se les quedan cortas. Es muy difícil mantener una larga trayectoria a base de obras maestras. En algunos casos se pierde la cabeza completamente a la hora de darse cuenta de que no todo vale. Pero "Baumgartner" tiene un comienzo apasionante. Tan sencillo como lo es la vida cotidiana y tan potente como sucede cuando una persona es consciente de que las cosas que antes hacía ahora le cuestan un enorme trabajo y ha de empezar a depender de otros. La vejez es una mala opción pero no la peor, parece decirnos Auster. Si llegas a viejo, verás cómo las estrellas se oscurecen, pero si no llegas, entonces te perderás tantas cosas que desearás envejecer. La verdadera pérdida d
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