Siente la música
Sonaba la canción. Sus notas parecían de papel. Tenían sonidos que arañaban el corazón. Decían palabras prohibidas. Frases que ella nunca podría pronunciar. Frases que se ocultaban detrás de la pantalla de las cosas cotidianas. Ella sabía que solo había una forma de explicar aquello sin sentirse descubierta. Las canciones. Por eso escogía canciones con letras de amor y envidiaba a los cantantes, porque pronunciaban "te quiero", la frase mágica, con naturalidad. Ella quería decirle cuánto lo quería, decirle cuánto lo echaba de menos, cuánta necesidad tenía de oír su voz. Quería contarle que lo quería más que a sus ojos, más que a su vida, más que al aire que respiraba. Pero no podía hacerlo. Él había decidido, por los dos, que el castigo a su amor inmenso sería la ausencia. Y así se hizo.
(Imagen de Jack Vettriano)
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