Una flor oculta
En Blog de Libros, su habitual comentarista literaria, Mariana, nos trae la noticia de un libro que, como algunos otros que hemos desvelado en este blog, parece una flor oculta entre las ramas, esperando que seamos capaces de desbrozar el terreno y de encontrarla.
El jardín de Constance Fenimore Woolson
Constance Fenimore Woolson nunca había sido publicada antes en España. Ahora, por primera vez, tenemos la posibilidad de leer El jardín, una obra narrativa bella y sencilla, escrita a finales del siglo XIX y que fue publicada por primera vez al año siguiente de morir su autora, en 1895. Prudence es una joven norteamericana que, de viaje por Italia, se enamora de un viudo, padre de varios hijos. La pareja se casa, pero él muere poco después de la boda y Prudence se enfrenta al dilema. ¿Debe volver a su país, abandonando su nueva familia? ¿O ha de quedarse en Italia y hacerse cargo de los niños, que además no le hacen la vida fácil? Opta por permanecer en su nuevo hogar, dejándose llevar por la tranquilidad del lugar y los hermosos paisajes. Y entonces encuentra un proyecto: eliminar un viejo cobertizo en la fachada de la casa y convertir el espacio en un bello jardín, el sueño de su vida. Con el paso del tiempo, algunas ilusiones la van abandonando, pero el jardín sigue sosteniéndola. El jardín es una historia llena de contradictorios sentimientos, que sin duda quedará fija mucho tiempo en el corazón de los lectores.Constance Fenimore Woolson nació en Claremont, Estados Unidos en 1840. Era sobrina nieta del famoso autor James Fenimore Cooper. La escritora recibió críticas excelentes por sus relatos para las prestigiosas revistas The Atlantic Monthly o Harper’s Magazine. Con casi cuarenta años comenzó a vivir en Europa, y mantuvo una gran amistad con Henry James. Deprimida, murió en Venecia en 1984, al caerse o tirarse por una ventana. Fue enterrada en Roma.«Constance Fenimore Woolson tiene la sagacidad narrativa de los grandes autores, y sabe dibujar las relaciones entre sus personajes como muy pocos escritores.» (Henry James)
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