Memoria
Hay coincidencias que merecen pensarse. Esta mañana tenía yo en las manos un libro de Pepín Bello, en el que habla de sus tiempos de residente. Al lado de ese libro está, en la estantería, otro de Eva Díaz Pérez, El club de la memoria. No sé por qué están juntos. Hace algunos meses que mis libros están ordenados o desordenados, según se mire, con un criterio de casualidad que hace imposible encontrarlos. Repartidos en tres casas ya he desistido de buscarlos y simplemente, como esta mañana, los hallo a veces sin intentar la búsqueda siquiera. Me ocurrió hace unos días con la maravillosa Ellen Glasgow y su La vida resguardada que estaba desaparecida y surgió de pronto, junto a un manual de Historia del Arte.
Hoy es el día de San Sebastián. Así se llama mi madre en femenino, nombre horroroso a su juicio y que la hizo siempre sufrir mucho. Achacaba a su madre la atrocidad de haberla llamado así, tercamente, tras tener y perder, antes de eso, cinco varones con el mismo nombre. Eso fue porque querías que yo también me muriera, le decía a mi abuela tan tranquila, porque mi madre era capaz de decir esas cosas tan burras y de pensarlas... Hablo en pasado, porque ella está entre nosotros de esa especial manera ausente que ocasiona el Alzheimer, ese mal tan devastador que te va arrastrando del mundo de la peor manera posible. Ella no sabe que hoy es su santo y nada en su rutina habrá tenido nada que ver con el recuerdo de su madre y del nombre imposible que le impuso. O quizá sí...porque a veces pienso que ese asidero, el del recuerdo de la madre y de la casa natal es lo único que permanece anclado en ella...ni siquiera el del hombre a quien tanto quiso, ni el de sus nueve hijos, sus once nietos o sus tres bisnietos más el que viene en camino.
Por la tarde, el repaso a las noticias me ha devuelto a Pepín Bello, a la Residencia de Estudiantes y al magnífico El club de la memoria de Eva Díaz Pérez. Porque he encontrado, entre titulares de corrupción, la toma de posesión de Obama, que no puede demorarse más allá del 20 de enero y los partidos de la jornada, el anuncio de que ha muerto Manuel Fernández-Montesinos, el sobrino de Lorca. Ese tiempo glorioso de la Edad de Plata, los Sonetos del amor oscuro que Montesinos rescató, la imagen de Granada, ese paraíso...la visión de mi madre ausente de su día...todo se mezcla esta tarde en la que acaba de levantarse la alerta naranja y sigue sonando en el jardín el lento y cansino repiqueteo de la lluvia calma.
Comentarios
No me recordará ya,aunque yo no la olvidaré nunca. Pienso que no le agradecí todo lo que hizo por mí cuando era profesora en el colegio de ese pueblecito a orillas del Guadalquivir. Me alegra saber lo bien que le ha ido a juzgar por la poca información que he obtenido por Internet.
Gracias "señorita Caty", cómo así la llamabamos en aquel entonces,por su buen hacer y por enseñarme mucho más de lo que aparece en los libros de texto. Ha sido para mí un honor ser su alumno y espero volver a serlo siguiendo su publicación.
Hasta pronto.
Su alumno: Juan Antonio iglesias
Datos y recuerdos tengo muchos y buenos. Fué mi profesora entre 1980 y 1983, en 6º,7º y 8º de E.G.B. También vino con nosotros en el viaje de fin de curso (Granada y Málaga). Yo era el más pequeño del grupo, bastante tímido por entonces y buen estudiante. Es una pena que no tenga ninguna foto de entonces, aunque aún guardo algunos apuntes.
No quiero mencionar nombres propios de terceros en este post público. Por favor,¿me puede escribir al correo jaiglesias.ti@gmail.com? Así podré darle más datos en privado .
Hace ya 30 años pero recuerdo los nombres de casi todos mis compañeros de entonces y de los profesores. Recuerdo especialmente a la profe de mates,la "señorita Chelo"...
Muchas gracias por contestar.