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"Manual del editor de mesa" de Ana Bustelo

 


Conocí a Ana Bustelo a través de "La librería" de Penelope Fitzgerald y de "Un alma cándida" de Elizabeth Taylor. Ana es una estupenda traductora. He leído otras traducciones de esas autoras y certifico que no es lo mismo. Después de eso he seguido su blog, y he encontrado ahí mucha literatura, mucha sonrisa y mucha información. Es una editora vocacional pero, sobre todo, yo diría que es una bibliófila convencida, porque le gusta todo del libro: traducirlo, escribirlo, editarlo. Por supuesto, leerlo. No se puede ser todo eso sin ese hábito de lectora contumaz. 

Este libro es una joyita. Y no os engañéis. Diga lo que diga el título no se dirige solo a los editores o a los futuros editores, sino también a los escritores y muy especialmente. Incluso a todos aquellos apasionados del libro como producto acabado de la imaginación, la creatividad, el trabajo y la técnica. Una joyita que se lee estupendamente porque es

Sencillo

Completo

Riguroso

Claro

Detallado

Fácil de entender y de seguir

Vamos a comenzar por el principio, es decir, por las dos citas que lo encabezan: Stephen King y Jorge Herralde. Y la delicada dedicatoria a sus padres, que nunca le negaron un libro. Y luego nos metemos en harina con una introducción donde Ana nos cuenta por qué escribió este libro, o, mejor dicho, por qué lleva tantos años metida en este mundo de la edición. Y ya luego todo viene rodado y nos enteramos de qué es un editor, de las fases de la edición, de corregir y gestionar, de la relación con los autores y al final nos encontramos con una súper agradable sorpresa porque Ana nos ha colocado aquí, generosamente, una pequeña guía de estilo, un glosario, una recomendación de determinadas lecturas y ¡hasta ejemplos de informes de lectura! No puede haber un libro más completo, pienso a estas alturas. 

Con ese aire de maestra de pueblo que ella se gasta, nada que ver con los de una institutriz brontiana, nos vamos metiendo en la faena y terminamos convencidas de que eso de escribir a lo Tristan Tzara, como suelo hacer demasiado a menudo, no vale. Que puedes tener talento innato, imaginación a raudales y una gracia especial para darle ritmo y tono a tus escritos, pero que ¡ojo! si no trabajas, si no le das unas cuántas vueltas, si no le echas horas para revisar, corregir, comprobar, puede que tu talento se diluya. Es como los estudiantes brillantes: si no estudian, sacan un ocho. Si estudian un poco, obtienen un nueve. Pero para el diez hay que echarle codos y poner el culo en la silla muchas horas. 

A lo largo del libro Ana nos va contando su experiencia, que es terriblemente rica (quizá ese "terriblemente" me lo borraría ella si pudiera) y todo el relato tiene a la vez aroma a profesionalidad y a vocación. Y no se detiene ante nada, por pequeño que sea, desde las comillas españolas, hasta los plagios, que también hay alguna anécdota al respecto. El salpicado de anécdotas se agradece: nadie es perfecto, podemos decir. 

Me ha encantado el libro y me encanta la pasión por el trabajo de Ana, por eso recomiendo el libro y recomiendo su blog a todos aquellos que amáis la lectura y la escritura. Tengo que reconocer que hay algo que envidio a Ana. No, haber nacido en París. No, usar el inglés a la perfección. No, saber tanto de edición. No, haber traducido a algunas de mis crush. No, su magnífico blog. No. 

Envidio que su maromillo, como ella cuenta en una de las minihistorias de su blog, le haga dibujos en los que ella aparece como una cómica habitante de tebeos, que la cuide y le oculte que hay ratones por algún sitio de su nueva casa de pueblo.

Manual del editor de mesa

Ana Bustelo

Editorial Almuzara, Berenice

Córdoba 2024

Comentarios

Ana Bustelo ha dicho que…
Muchísimas gracias, Caty. No se puede decir nada más bonito ni mejor dicho. Me has emocionado.

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