A veces las cartas desvelan secretos
Cartas, relaciones, cartas:
tarjetas postales, sueños,
fragmentos de la ternura,
proyectados en el cielo,
lanzados de sangre a sangre
y de deseo a deseo.
(Miguel Hernández)
En el mes de diciembre de 1817 —unos meses después del fallecimiento de Jane Austen—, el editor Murray publicó las dos novelas que Jane había dejado manuscritas: The Elliots y Miss Catherine, que Cassandra y Henry decidieron titular Persuasion y Northanger Abbey, donde aparece por primera vez el nombre de la autora. Henry se encargó entonces de escribir la nota biográfica de su hermana —el día 13 de diciembre de 1817— que se incluiría en la edición de estas dos novelas editadas póstumamente, y el día 20 de ese mismo mes añadió un epílogo con extractos de dos cartas de Jane, de quien destacaba su ingenio, bondad y modestia. Eran las primeras cartas publicadas de Jane Austen.
Sabido es que Cassandra Austen fue nombrada por su hermana Jane heredera universal y albacea en su testamento. Cassandra heredó así un número importante de cartas escritas por Jane y también las que recibió la propia autora. Eran cerca de tres mil. Pero de ellas solo se conservan ciento sesenta más el testamento. Escribir una carta en aquel tiempo era una actividad costosa en esfuerzo y en gasto económico. Pero también era un medio de contacto excelente y aseguraba la comunicación entre los amigos y familiares por lo que eran tan usuales que se consideraba un magnífico "adorno" en las jóvenes saber escribir cartas y tener buena letra. Las dos cosas eran cualidades que poseía Jane en grado sumo y por eso es tan entretenido y hasta divertido leer sus cartas, amén de que cuenta tantas cosas diversas y cotidianas que te proporcionan una información relevante sobre su vida y su entorno. Menos sobre su literatura porque, curiosamente, de esto hablaba menos y solo las noticias más llamativas. No conocemos por eso el proceso de creación que seguía, lo cual es una pena.
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