"Mary Barton" de Elizabeth Gaskell
(Elizabeth Gaskell retratada en 1832 por William John Thomson)
En abril de 2012 la Editorial Alba en su colección Clásica Maior, dirigida por Luis Mangrinyá publicó Mary Barton, la primera novela de Elizabeth Gaskell, que vio la luz originariamente en 1848. Sin embargo, esta edición responde a la que se hizo en 1850. Antes de eso, hubo otras dos ediciones de 1849. Todas ellas fueron anónimas, pues, como en tantas ocasiones, la autora no reflejó su nombre en el libro.
Las circunstancias de la novela son especiales. La autora vivía en Manchester, aunque toda su vida previa había transcurrido en lo que los ingleses llaman "el campo", que no es otra cosa que un pequeño pueblo con su rectoría, su biblioteca, sus casas señoriales y su extensión de terreno alrededor. Como ella misma relata en un delicioso prólogo al libro, su primer pensamiento cuando decidió escribir una obra de ficción fue inspirarse en aquello que conocía tan bien y hacer "un cuento ambientado hace más de un siglo en la linde de Yorkshire". Sin embargo, quiso que su novela tratara de un tema actual y de unos personajes a los que solo conocía de cruzarse con ellos "a diario en las populosas calles de la ciudad".
(84 Plymouth Grove donde vivió Elizabeth Gaskell entre 1850 y 1865)
Cierta cercanía con algunos de ellos, obreros inmersos en las duras condiciones de la Revolución Industrial, le hizo pensar que "sentían rencor e irritación contra los ricos, cuyas vidas aparentemente felices parecían aumentar la angustia de su propia y azarosa existencia". Así pensó en "dar voz al sufrimiento" y aunque reconocía no saber nada "de economía política o de teorías de comercio" se esforzó en escribir "con sinceridad". No deja de resultar doblemente interesante esta dedicación a la escritura de novelas, aun conociendo las dificultades de publicación y autoría, por un lado, y, por otro, haber tomado como asunto y telón de fondo una difícil encrucijada social que era la que enfrentaba a obreros y empresarios en aquellos años fundacionales de la industria. El poema (Canción de Manchester) que abre el capítulo I bien puede ilustrar esta dicotomía entre gente afortunada y parias de la tierra:
Oh, es difícil trabajar
todos los días de tu vida,
cuando tus vecinos
pasan el tiempo entre juegos y excursiones.
La vida de Elizabeth Gaskell (1810-1865), de soltera Gleghorn Stevenson, fue tan compleja como suelen serlo habitualmente todas las vidas. Pero con la diferencia de que convirtió su dolor en literatura. La pérdida de su último hijo varón nacido de su unión con un ministro unitario, la impulsó a buscar refugio en la escritura y así creó su obra literaria, amplia, a pesar de que empezó muy tarde, y llena de novelas de referencia. Además de esta, hay que destacar La casa del páramo, de 1850; Ruth de 1853; Cranford, de 1851; Norte y Sur, de 1855; Los amores de Sylvia, de 1863; La prima Phyllis, de 1864 e Hijas y esposas de 1865 cuyos últimos capítulos lo logró concluir.
En ese ambiente tenso en el que las chispas podían estallar por el motivo más insignificante, con las contradicciones que suponían para la clase trabajadora las exigencias de los patronos, acostumbrados como estaban al ritmo ralentizado de las faenas del campo, la heroína, Mary Barton, se encuentra asimismo entre dos hombres distintos y que le producen efectos diferentes. Un hombre cabal al que conoce desde niña y el apuesto hijo del patrón. No falta en el libro el acontecimiento que podrá a prueba el carácter de la muchacha y que la situará ante un dilema moral que hará que reconozca, cuando sea demasiado tarde, sus verdaderos sentimientos.
Elizabeth Gaskell no solo es una escritora excepcional sino una mujer que se anticipa a las preocupaciones sociales que surgirán a raíz del cambio de paradigma de la industrialización. Esas preocupaciones las convierte en motivo literario y a través de ello han llegado hasta nosotros, mostrándonos facetas que la historia no podría enseñar por sí misma. En este sentido, la literatura es el fiel aliado de los acontecimientos y el muestrario más completo de caracteres, emociones y sentimientos humanos.
Mary Barton. Un relato de la vida de Manchester. Elizabeth Gaskell. Editorial Alba, Colección Clásica Maior. Traducción Miguel Temprano García. Primera edición abril de 2012.
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