Vuelven las "Mujercitas"


Las hermanas March en la versión de "Mujercitas" de 2019

Louisa May Alcott (1832-1888) vivió toda su vida en Nueva Inglaterra. La época victoriana se desarrolla en el Reino Unido y en Estados Unidos se viven los movimientos en pro del sufragio femenino y el abolicionismo. Ambas cosas las defendió Alcott que fue educada en la filosofía trascendentalista. La escritura fue para ella un don que empleó en obtener beneficios para poder vivir y para sacar adelante a su familia. Para conseguir esto último había trabajado en oficios diferentes antes de dedicarse a publicar. Fue maestra, costurera e institutriz. Fue, asimismo, enfermera durante la Guerra de Secesión. Su facilidad para escribir le sirvió para publicar y vender cuentos infantiles, así como novelas para adultos que tratan temas de gran dureza y su tetralogía que se hizo muy famosa y que todavía sigue formando parte de los libros juveniles de referencia. Mujercitas, Aquellas Mujercitas, Hombrecitos y Los chicos de Jo. 

El fenómeno de aceptación de Mujercitas no ha terminado nunca. Sigue siendo uno de esos libros que se regalan a las chicas a partir de los nueve o diez años. En todas las casas lectoras hay un ejemplar del libro. Y no solo eso. Se han inmortalizado imágenes de las muchachas a través del cine y de las series. Es una de esas historias que el celuloide inmortaliza y que las series hacen pervivir a lo largo del tiempo. Seguramente muchas chicas conozcan la historia a través de las imágenes aunque nunca hayan leído el libro. 

Mujercitas se publicó por primera vez en 1868. Es una novela de crecimiento y de aprendizaje. No es nada conformista, al contrario. Se había escrito por encargo de su editor que quería un libro dedicado a las muchachas. Las cuatro hermanas, Meg, Jo, Beth y Amy, se constituyeron en personajes muy cercanos y queridos de las lectoras de la época y de las siguientes generaciones lectoras. A pesar de que una lectura superficial puede calificarla simplemente de una historia dramática, el análisis detallado del argumento pone de manifiesto que Alcott quiso entreverar sus propias teorías sobre la vida. No en vano se inspiró en muchos pasajes de su propia existencia y de la de sus hermanas. 

De Mujercitas (cuyo título original es Little Women or Meg, Jo, Beth and Amy), se han hecho obras de teatro, musicales, mangas japoneses, series de televisión de distintos formatos y hasta trece adaptaciones cinematográficas, la última de las cuales se podrá ver en la navidad de 2019. La prueba de su vigencia es esta precisamente. Y ello a pesar de que las ediciones reducidas se han sucedido también durante años, limando sus aristas, borrando algunas de sus mejores características. 

Si alguien leyó el libro en clave convencional, pensando que se trata de una acomodaticia historia, se equivoca de punto de vista. Resulta ser todo lo contrario, precisamente por la ideología y la educación que había recibido la autora, mucho más adelantada que las mujeres de su época. Las propias aficiones artísticas de las hermanas March indican que se trata de chicas con voluntad de ser independientes, de vivir una vida propia. Sus decisiones sentimentales corroboran esta percepción. En realidad, las hermanas March sobrevuelan la época victoriana y a sus representantes literarias por excelencia, las Brontë, estas siempre con sus angustiosas existencias plagadas de conflictos internos, para enlazar con las muchachas Austen, con esas mujeres que querían casarse sí, pero por amor, y que no estaban dispuestas a condicionar su vida a la tristeza ni a perder el sentido del humor. 


En la versión de 2019 las hermanas March están interpretadas por Saoirse Ronan (Jo), Emma Watson (Meg), Eliza Scanlen (Beth) y Florence Pugh (Amy)


Jo March (Saoirse Ronan) con Laurie (Timothy Chamalet), en la versión de 2019


Emma Watson es Meg March


La versión de 2019 se estrena el día de Navidad y este es su tráiler de promoción.  Los papeles de la madre (Laura Dern, una actriz muy interesante, de la que, quizá, esperábamos más cuando empezó a despuntar en el cine) y de la tía March (Meryl Streep, la grande, grandísima y polifacética actriz, probablemente la mejor de todas las actrices de estos años) son elementos fundamentales de la historia. Está dirigida por Greta Gerwig. La directora encontró muchos puntos de similitud entre ella y Jo March, la chica testaruda y sensible que quería seguir su vocación pese a todo, sin plegarse a otros intereses, sin dejarse intimidar. 

Antes de esta versión hubo otra de la BBC en forma de serie, rodada en 2017 y varias cinematográficas, la primera de las cuales tuvo a Katherine Hepburn de protagonista y es de 1933, con la dirección de George Cukor nada menos. En la de la BBC aparece la hija de Ethan Hawke y Uma Thurman, Maya Hawke, que tiene toda la pinta de llegar a ser una actriz fantástica.  La de 1994 tiene a Winona Ryder en el papel de Jo y cuenta también con otra excelente actriz, Kirsten Dunn y con Christian Bale, como Laurie. La tía March es aquí la gran Susan Sarandon. En 1949 la versión, en blanco y negro, tiene a tres grandes actrices, June Allyson, Elizabeth Taylor y Janet Leigh. 

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