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Mostrando las entradas etiquetadas como Libros

"En Grand Central Station me senté y lloré" de Elizabeth Smart

¿Es posible enamorarse de alguien a quien no se ha visto nunca¿ ¿De alguien con quien nunca se ha hablado? ¿De alguien que no te ha dedicado ni una mirada? ¿Es posible enamorarse de alguien al leer un poema? ¿Es posible seguir amando a alguien a pesar de que sabes que no eres la única? A todas estas preguntas Elizabeth Smart  (Otawa, 1913- Londres, 1986), contestaría "sí". Es posible, diría. Es, no solo posible, sino cierto. Y por eso escribe este libro. Por eso este libro tiene sentido. Por eso y porque ella era una escritora, aunque no lo sabía, no solo una mujer enamorada. Las mujeres enamoradas lloran en cualquier lugar del tiempo y de las ciudades. Las escritoras, trasladan las lágrimas al papel y, al hacerlo, esas lágrimas ya no son suyas, pertenecen al lector que encontrará en ellas, seguro, algo de su propio dolor o de su propia dicha. Es así como la literatura se convierte en un espejo en el que mirarse y mostrarnos.  Su vida y el libro son la misma cos

Lecturas para un otoño lluvioso

  Un paseo por las editoriales siempre te hace encontrar algo interesante, algo que te atrapa. La lectura es eso, atracción y fuego, determinación y empuje. Te imaginas a ti misma leyendo, en paz, como dice siempre mi amiga Paqui Luna: lectura, paz, sosiego, un resplandor que se abre paso. He aquí ocho libros que te pueden gustar. A mí me interesan todos. 

El caso de Vivian Maier

(Autorretrato. Vivian Maier. 1954) Me resulta tan extraño que haya quien se sorprenda del caso de Vivian Maier ... La gente que así procede no ha entendido que existen miles de artistas escondidos, miles de obras de arte sin conocer. Creen, erróneamente, que todo lo bueno sale a la luz; que todas las buenas historias se publican; que todas las buenas obras de arte terminan exponiéndose. Pero no es así. Diréis: la historia de Vivian Maier contradice esto, porque, al final, sí que han terminado apareciendo sus fotos. Vale. Es cierto. Pero hay muchas Vivian escondidas. Y de esas no podemos hablar. Porque hay personas para las que la creación tiene solo el significado de entenderse a sí mismas.  La editorial Lumen acaba de publicar "Una vida prestada", un libro escrito por Berta Vias Mahou que relata, con una mirada interior, qué ocurrió para que las fotografías de Maier no hayan sido conocidas sino muchos años después de realizarse y de un modo casual. Es más,

"Los amores de Sylvia" de Elizabeth Gaskell

Una vez que descubres a Elizabeth Gaskell la adoras para siempre. Reconoces en ella a una escritora de pulso firme, a una mujer de convicciones y a una observadora de la vida, plena de matices y de pequeños detalles. Como otras mujeres de su generación (1810-1865), es una indomable, alguien que depositó en la escritura bastante más que una afición o un entretenimiento.  Resulta muy curioso comprobar como sus libros no se paran, únicamente, en la clase a la que ella pertenecía, la más acomodada e instruida, sino que bucea en las contradicciones que la vida de los obreros y de la gente del campo presentaba en estos años mediados del siglo XIX.  En su famoso libro Cranford , escrito durante su estancia en Manchester, plasma con toda sensatez la difícil vida de los trabajadores y la oscuridad de la misma. Otra obra de singular relevancia es Norte y Sur y, seguramente su obra maestra es Hijas y esposas , en la que la doble vertiente de la vida privada y de la vida social se une

"Cranford" de Elizabeth Gaskell

Elizabeth Gaskell (1810-1865) es la escritora en lengua inglesa de carácter más social de todas las que vivieron en el siglo XIX que son muchas. Nació siete años antes de que muriera Jane Austen (1775-1817) y conoció en primera persona las tensiones provocadas por la Revolución Industrial ya que, al casarse, se fue a vivir a Manchester. El contraste entre la vida en esa ciudad y su infancia en el pueblecito de Knutsford , en el que vivió tras la muerte de su madre, es brutal. Por eso los aspectos sociales tienen en ella una fuerza especial, por eso no deja de lado la situación de clases desfavorecidas que se ven abocadas a dejar las campiñas para ir a trabajar a las grandes fábricas textiles en esos años de cambio económico.  Sus preocupaciones morales, una visión costumbrista que se plasmó en algunas obras, el género fantástico, la vida doméstica y sus avatares, las novelas sentimentales o las biografías (magistral la de Charlotte Brontë), son las temáticas que ocupan sus

"Las confesiones del señor Harrison" de Elizabeth Gaskell

El más reciente libro de Elizabeth Gaskell publicado por Alba Editorial es este “Las confesiones del señor Harrison” . Se le considera dentro de las crónicas de Cranford, aunque antecede a estas o es, sencillamente, su precuela. Elizabeth Gaskell es una maestra de la crónica doméstica con aire social. Sus preocupaciones van más allá de matrimonios o chismorreos, cruzando la línea delgada que separa la vida personal de la colectiva. Hija y esposa de ministros de la iglesia unitaria inglesa, se quedó huérfana de madre y por ello se crió con una tía en el pueblo de Knutsford en el Cheshire, al noroeste del Reino Unido. Todavía en ese pueblo se encuentran sus huellas, tanto en el Knutsford Heritage Centre como en la The Gaskell´s Society. Después de casarse se trasladó a Manchester y allí su visión rural y casi idílica de la vida en la campiña se encontró con la realidad de una ciudad industrial, en la que se vivían constantes contradicciones entre la pobreza y la opulenci

"Mary Barton" de Elizabeth Gaskell

(Elizabeth Gaskell retratada en 1832 por William John Thomson)  En abril de 2012 la Editorial Alba en su colección Clásica Maior, dirigida por Luis Mangrinyá publicó Mary Barton, la primera novela de Elizabeth Gaskell , que vio la luz originariamente en 1848. Sin embargo, esta edición responde a la que se hizo en 1850. Antes de eso, hubo otras dos ediciones de 1849. Todas ellas fueron anónimas, pues, como en tantas ocasiones, la autora no reflejó su nombre en el libro.  Las circunstancias de la novela son especiales. La autora vivía en Manchester, aunque toda su vida previa había transcurrido en lo que los ingleses llaman "el campo" , que no es otra cosa que un pequeño pueblo con su rectoría, su biblioteca, sus casas señoriales y su extensión de terreno alrededor. Como ella misma relata en un delicioso prólogo al libro, su primer pensamiento cuando decidió escribir una obra de ficción fue inspirarse en aquello que conocía tan bien y hacer "un cuento ambie

Escribir, publicar, vender, leer

  Este es un tema delicado pero no he de tener demasiada preocupación al respecto. No va a causar una debacle humanitaria ni, desde luego, cultural. El tema es enjundioso pero este blog no lo lee casi nadie. Y hay algunas cosas que merecen la pena, que están bien escritas y bien reflexionadas, pero a los blogs les pasa como a los libros: solo se leen una mínima parte de los que existen y el criterio siempre es, o sobre todo, el nombre, el nombre de quien lo firma. La firma, esa gran figura de nuestros días. El autor, oh, el autor, quién ha hecho esto, dónde está, que me haga un autógrafo ya...Los desconocidos, los outsiders como yo misma, no importamos nada aunque escribamos bien, muy bien, sobresaliente. En realidad, el cómo no no importa, solo importa el quién. Por eso hay, por lo visto y según se oye por ahí, gente que incluso paga por publicar, cambiando así la ecuación. Pero volvemos a ella, a la ecuación.  La ecuación comienza con alguien que escribe un libro. Supongamos que es u

"No dejaría nunca de escribirte. Cartas de Amor" de Gabriele D´Annunzio

(Botticelli. Madonna) "No dejaría nunca de escribirte" es el título de las cartas de amor que Gabriele D´Annunzio dirigió a Barbara Leoni, su musa, su amante, la mujer a la que quiso tiernamente, la que hacía que su vida tuviera un sentido más allá de aventuras amorosas y de vicisitudes cotidianas. En sus misivas, que se recogen en un libro reciente, no hay solamente sentimiento, sino literatura. Él era un hombre casado y con hijos, pero, sobre todo, un incorregible mujeriego que halló en Barbara Leoni, primero un motivo de seducción, luego una amiga y, por fin, una emoción única que trasladó a sus cartas. Ella era tierna, lúcida, inteligente, amable y generosa. Una mujer para inspirar e inspirarse. El hombre que había coqueteado con todas las mujeres terminaría escribiendo de Barbara unas frases que nos dan cuenta de los lazos que establecieron:  "¡No verte! ‒escribe d'Annunzio‒ ¡Cómo cambia de repente toda la visión de nuestra vida al pensar algo así!

"Washington Square" de Henry James

(Catherine y Morris pasean en la versión de 1997 de "Washington Square") En un tiempo en que las mujeres de la buena sociedad se sentían presionadas por la necesidad de hacer un buen matrimonio, de tener éxito social, Catherine Sloper no es una víctima de su falta de atractivos físicos o de su escasa brillantez de ingenio. Lo que Henry James describe es aún más doloroso, más difícil de superar y más definitivo: la historia de una niña que nunca recibe amor del padre, que es el único progenitor que le queda después de que su madre muriera en el parto. El doctor Sloper  castiga a su hija con una especie de odio soterrado, de desprecio mal disimulado, porque la considera la causa de la muerte de su mujer a la que adoraba. Ese es el peor castigo que puede recibir un niño. Huérfano de madre y huérfana de padre, o peor aún, con un padre exigente, poco comprensivo, nada cariñoso. Este y no otro es el problema de Catherine, lo que la convierta en una mujer vulnerable. No t

"La mujer singular y la ciudad" de Vivian Gornick

   Debería haber escrito antes de "Apegos feroces" pero resulta que he leído primero lo que puede ser la segunda parte. Me he resistido largo tiempo a conocer a Vivian Gornick. Algunas reseñas sobre ella me escamaban. No me fiaba demasiado de las banderas que se le han colocado, como si fuera un símbolo en lugar de una mujer de carne y hueso, que escribe y que escribe muy bien.    La vida narrada no es literatura si no responde a la belleza de estilo que todo escritor debe mantener. Así que mis prevenciones funcionaron hasta hace unos días y desaparecieron todas en  el momento en que abrí el libro y me sumergí en este "La mujer singular y la ciudad" .      Yo soy también una mujer singular. Por eso la entiendo. Quizá todas las mujeres somos singulares. En ese caso están equivocados aquellos que se empeñan en dirigirse a mí de esta forma: "Vosotras, las mujeres"...    Cuenta cosas sueltas, escenas de su vida, de la vida que sucede a su alred

"Un chelín para velas" de Josephine Tey

Oh, Josephine Tey !!! Qué gran descubrimiento...Por mucho que creas que es imposible encontrar otra voz que te empuje al hallazgo de alguien diferente y que no tiene parecidos sino venturosos ejemplos, siempre aparece quien te desbarata esta teoría. A Josephine Tey la descubrí hace algún tiempo y prueba de ello son las entradas que he dedicado a otros de sus libros: "El caso de Betty Kane",  "La señorita Pym dispone"  , "Patrick ha vuelto".   Todos ellos han sido publicados en español por la editorial Hoja de Lata. Y merece la pena haber sacado a esta escritora del olvido en el que estaba, o mejor, del desconocimiento. Porque es encantadora. Y su narración es, precisamente eso, un mantel con unas flores bordadas colocado con esmero en una mesa de caoba.  Tey, en la mejor tradición de las novelistas inglesas del género policíaco, inventó un investigador. Es el inspector Alan Grant de Scotland Yard. Se trata de un tipo risueño, elegante, con unos mod

"Una historia de la luz" de Jan Nêmec

Los amantes del arte sabemos el papel de la luz en las formas, los espacios y las imágenes. Néstor Almendros decía que la luz era el camino, el señalador único que delimitaba los lugares y los conducía al objetivo. En “Kramer contra Kramer” los interiores blancos y casi desnudos solo revivían cuando la luz los atravesaba, dejando al descubierto el diálogo imposible entre dos personas que habían dejado de quererse. También Velázquez descubrió la luz y, a partir de ahí, transformó la historia de la pintura para convertirla en un nuevo relato, con transformaciones y atrevimientos que siguieron al pie de la letra todos los demás. Así, hasta el infinito. Incluso en un concierto de Lady Gaga son los focos de luz multicolor los que, artificialmente, delimitan a la artista, glosan sus canciones, elevan su voz. La luz del sol hace crecer las plantas, alimenta a los seres vivos, baña las ciudades y valles, convierte en vida lo inerte y levanta los corazones. La luz es el secreto de la vida.