A veces lees un poema y entiendes el significado exacto de las palabras. El poeta las escribió y tú las recibes como si hubieran sido escritas para ti, incluso como si tú las hubieras escrito. En ocasiones paseas por una ciudad y sus calles, sus edificios, están llenos de una pátina especial que te llama a entenderlos, como si tu itinerario sentimental se escribiera de la misma forma que se trazaron en su día las líneas, los recovecos, las cuestas, de su topografía. También puede ocurrirte con una película. Las imágenes se enlazan entre ellas y se introducen dentro de ti, en tu cabeza, en tu corazón, creando una simbiosis perfecta, con un lenguaje propio que tú conoces y que tiene las claves de tantas sensaciones que te resultan imposibles de explicar...Nadie, salvo tú misma, entiendes el motivo de esa identificación que se abre paso a veces... Confieso que me gusta Hopper y que su pintura me lanza una llamada, un hilo de mensajes, como si fuera una red social que te pregunta, que
¡Cumplimos 15 años! 2009-2024