Este es el tercer libro que leo de Hanif Kureishi . Los anteriores fueron "Intimidad" y "La última palabra", ambos con reseña propia en este blog. La escritura de Kureishi es muy reconocible y presiento que despierta pasión o rechazo. No hay medias tintas. Sus personajes están al límite de la vida y de ellos mismos. Son desagradables, potentes, inestables, duros, terribles, incomprendidos. Son reales, aunque están en una realidad desmesurada, que no es posible comprender con sencillez y que no forma parte de las vidas cotidianas tal y como las entendemos. Hablemos claro: a nadie le gustaría encontrarse con ellos en ninguna circunstancia. Son la trastienda, la casa de atrás, la que no todo el mundo tiene ocasión de conocer. Los libros de Kureishi , sobre todo esos potentes personajes masculinos que los llenan completamente, me recuerdan a Philip Roth y sus animales moribundos . Repelen y atraen. Gente desasistida de sí misma, ayuna de afectos, siempre de
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