"El mundo deslumbrante" de Siri Hustvedt
Siri Hustvedt es la mujer de Paul Auster. Y eso es una pesada carga literaria. Muchas personas, lectoras de Auster, se extraña de que exista Siri, de que escriba y de que lo haga tan bien. En cierto sentido son dos escritores extremadamente opuestos. Auster estructura su obra en torno a un mismo ritmo, una melodía repetida que cambia en los matices. Siri indaga por caminos inesperados, abriendo su escritura a posibilidades remotas.
Este no es un libro al uso, hay que decirlo. Una novela con estructura compleja en la que aparecen entrevistas, diarios, textos, que van ayudándonos a conocer a la protagonista, Harriet Burden, una mujer extraña. Era la esposa de un poderoso marchante de arte de Nueva York en los años ochenta, cuando ya la ciudad se había convertido en el centro mundial de las expresiones artísticas, desplazando así a la antigua Roma, o a París, por citar dos de las ciudades emblemáticas.
El machismo imperante en aquel momento (¿quieres decir que ya no existe?) relegó sus posibilidades artísticas y ello la hizo sufrir y vengarse: daba a conocer sus obras a través de tres jóvenes promesas masculinas (Anton Tish, Phineas Q. Eldridge y Rune). Identidades móviles, personajes, falsedades como sistema. Para contar esta historia Siri Hustvedt utiliza los diarios de Harriet, testimonios de personas que tuvieron contacto con ella, artículos de prensa, críticas acerca de las obras....De esa manera se aborda una cuestión crucial que subyace en el complicado mundo del arte. El propio papel de la mujer como creadora, como protagonista de su destino y de su elección profesional. Un papel que, a lo largo de la historia del arte, ha sido silenciado, sustituido, ninguneada y, en algunas ocasiones, anulado totalmente. Esta reivindicación, en forma de novela, de texto literario, tiene la cualidad de parecernos, por su mismo argumento, una fiction, una novela real, no con sentido histórico, sino ampliamente biográfico y ambiental. Nueva York, sus galerías de arte, sus museos, como telón de fondo, de la misma manera que aparece tantas y tantas veces en las novelas de los autores americanos. Un mecanismo de relojería encauza todas las piezas al objetivo final. Y el mecanismo funciona de una forma altamente eficaz porque nos hace vivir en primera persona el devenir personal y profesional de alguien cuyo talento fue, quizá, una rémora, como en tantas ocasiones la inteligencia y la originalidad suponen una losa sobre las mujeres que las poseen.
El mundo deslumbrante. Siri Hustvedt. Editorial Anagrama. Panorama de narrativas. Traducción de Cecilia Ceriani. Octubre de 2014.
Anagrama ha publicado otras obras de esta escritora: Todo cuanto amé, Elegía para un americano, El verano sin hombres, La mujer temblorosa y Vivir, pensar, mirar.
Este no es un libro al uso, hay que decirlo. Una novela con estructura compleja en la que aparecen entrevistas, diarios, textos, que van ayudándonos a conocer a la protagonista, Harriet Burden, una mujer extraña. Era la esposa de un poderoso marchante de arte de Nueva York en los años ochenta, cuando ya la ciudad se había convertido en el centro mundial de las expresiones artísticas, desplazando así a la antigua Roma, o a París, por citar dos de las ciudades emblemáticas.
El machismo imperante en aquel momento (¿quieres decir que ya no existe?) relegó sus posibilidades artísticas y ello la hizo sufrir y vengarse: daba a conocer sus obras a través de tres jóvenes promesas masculinas (Anton Tish, Phineas Q. Eldridge y Rune). Identidades móviles, personajes, falsedades como sistema. Para contar esta historia Siri Hustvedt utiliza los diarios de Harriet, testimonios de personas que tuvieron contacto con ella, artículos de prensa, críticas acerca de las obras....De esa manera se aborda una cuestión crucial que subyace en el complicado mundo del arte. El propio papel de la mujer como creadora, como protagonista de su destino y de su elección profesional. Un papel que, a lo largo de la historia del arte, ha sido silenciado, sustituido, ninguneada y, en algunas ocasiones, anulado totalmente. Esta reivindicación, en forma de novela, de texto literario, tiene la cualidad de parecernos, por su mismo argumento, una fiction, una novela real, no con sentido histórico, sino ampliamente biográfico y ambiental. Nueva York, sus galerías de arte, sus museos, como telón de fondo, de la misma manera que aparece tantas y tantas veces en las novelas de los autores americanos. Un mecanismo de relojería encauza todas las piezas al objetivo final. Y el mecanismo funciona de una forma altamente eficaz porque nos hace vivir en primera persona el devenir personal y profesional de alguien cuyo talento fue, quizá, una rémora, como en tantas ocasiones la inteligencia y la originalidad suponen una losa sobre las mujeres que las poseen.
El mundo deslumbrante. Siri Hustvedt. Editorial Anagrama. Panorama de narrativas. Traducción de Cecilia Ceriani. Octubre de 2014.
Anagrama ha publicado otras obras de esta escritora: Todo cuanto amé, Elegía para un americano, El verano sin hombres, La mujer temblorosa y Vivir, pensar, mirar.
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