Eran tiempos felices. Volvía de Madrid en el AVE y traía un libro que había encontrado en una de esas enormes librerías de la capital. En una de ellas existió una vez un encuentro amoroso que empezó y terminó allí mismo. Un hombre de radiantes ojos verde mar y manos delicadas. En otra, una vez, la chica de vestido azul turquesa que era yo entonces, con un pequeño sombrero de paja también azul, descubrió una libreta con una cinta dorada y un tono lavanda claro en los cantos y ahí comenzó a escribir las notas de lo que pensaba y sentía, a modo de diario informal. Volvía de Madrid en esos tiempos en los que viajar era posible, era una fiesta, era la vida, con el libro en las manos y una vez dentro del tren, en ese asiento junto a la ventanilla, la mujer que era yo en 2008 abrió sus páginas y ya no pudo despegar los ojos de ellas y, al llegar a Santa Justa, había leído entera la historia de "La vida resguardada", había descubierto a Ellen Glasgow y abierto un interrogante
¡Cumplimos 15 años! 2009-2024