La chica y Harriet rozan la línea del juego peligroso en ese verano de los trece y catorce años en los que sus padres están alerta porque ellas pasan demasiado tiempo lejos de casa, haciendo no se sabe qué. Escriben en una especie de diario lo que hacen pero no la sencilla vida cotidiana y las cosas de adolescentes sino lo prohibido, lo que nunca nadie podría leer. Harriet tiene catorce años pero la suficiente fuerza como para detener la ira de su padre y convertir toda la historia en una tragedia sin control. Cosas de niñas que terminan siendo desgraciadas incursiones en el terreno de la maldad más ridícula. No es amor lo que se descubre ese verano , no es la plenitud de los ojos en los ojos ni el roce de las manos. Es más bien el hastío, las relaciones matrimoniales que cansan, las mujeres que estorban, los hombres viejos de mirada lasciva, las niñas que obedecen, las niñas que dictan... Los niños son crueles y no lanzan sobre los demás esa compasión que podría ha
¡Cumplimos 15 años! 2009-2024