(Elizabeth Bennet y el coronel Fitzwillian, al piano en Rossings Park) Ocho guineas fue el precio de venta del pianoforte de Jane Austen que estaba en la rectoría de Steventon, el lugar donde había vivido desde su nacimiento, en 1775, hasta su marcha a Bath, en 1801. Sin que ella lo supiera, su padre lo vendió junto con otros muebles, libros y varias vacas, cuando se decidió a instalarse en la ciudad de Bath, en la que se había casado, tras jubilarse como pastor. Entonces cedió el cargo a su hijo mayor, James, y emprendió la última etapa de su vida en el enclave balneario. Ni Jane ni Cassandra, las dos únicas hijas que aún vivían con el matrimonio Austen, fueron consultadas para el traslado y ni siquiera estaban allí cuando se hizo la venta de enseres y la posterior mudanza. Desde Deane, una parroquia pequeña y cercana de la que James era titular por cesión de su padre, llegó su hermano dispuesto a ocupar el puesto y la vivienda con su propia familia y sus muebles. Dado la incertid
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