Edith Wharton y "El Marne"
La editorial "La isla de Siltolá" en su colección Narrativa publica en 2018 un volumen con tres cuentos, el primero de los cuales da título al libro, "El Marne". Los otros dos son "El ajuste de cuentas" y "La campanilla de la doncella". De tamaño irregular, cada uno de esos relatos hablan de la Edith Wharton que sus lectores conocemos: observadora, incisiva, ingeniosa, caleidoscópica, conocedora de los entresijos del alma humana y de los comportamientos de la clase social en la que vivió y de la que formó parte, aunque con una mirada crítica, nunca dominada por las convenciones.
Lo más destacado de su forma de narrar es siempre el acierto al diseccionar el interior del alma humana, sus emociones, sentimientos, deseos, odios y venganzas. Y las relaciones humanas están marcadas por el signo de la realidad, sin alteraciones románticas ni pensamientos elevados. La gente es así y así la muestra ella.
"Resultaba una peculiar crueldad del destino que Troy sintiera la indiferencia de la señorita Wicks más que el entusiasmo de todas las demás jovencitas reunidas en la pista de tenis de los Belknap. A pesar de todo, la encontraba más interesante, más inagotable, más "a su altura" (como decían en el colegio) que ninguna de las joviales diosas de la guerra que lanzaban sus pelotas de tenis en la pista de los Belknap" (El Marne)
"El Marne" transcurre en tiempo de guerra. El estallido de la Gran Guerra, en agosto de 1914, estropea la vida idílica de Troy y de su familia, que suelen pasar los veranos en Francia. Como todos sabemos, la guerra europea parecía muy lejana para los estadounidenses y solo después de algunos acontecimientos cruciales los Estados Unidos entraron en la guerra y Troy querrá volver a Francia para luchar por el país al que adora. Dos cuestiones subyacentes en el libro forman parte de la biografía de Edith Wharton: su amor por Francia y su apoyo a la causa aliada. Este libro, pequeño y rápido, escrito en 1918, lo demuestra.
Los otros dos cuentos son más breves. En "El ajuste de cuentas" se pone en solfa la institución matrimonial, algo que ella había hecho directamente con su vida. El descreimiento de lo que suponían esos lazos tan difíciles de desatar, tan interesados y tan llenos de dificultades, lejos de las emociones y los sentimientos, cercanos al interés, es su tema principal. La otra historia se llama "La campanilla de la doncella" y es un cuentecito de fantasmas, de los muchos que escribió Wharton y que se recogen ampliamente en algunos volúmenes.
El Marne. Edith Wharton. La isla de Siltolá. Narrativa. Traducción de José Luis Piquero. Sevilla, 2018. Correcciones de Rodrigo Verano. Diseño de la cubierta: Salvartes.
Edith Wharton es un personaje central de la literatura. Había nacido en Nueva York, en 1862 y pertenecía a una familia de linaje, de esas que formaban el núcleo social principal de esta ciudad y que tan bien reflejó en "La edad de la inocencia". Su visión crítica acerca de la ciudad en la que nació y de la sociedad de la que formaba parte la llevó, no solo a escribir novelas que ponían el acento en esa crítica acerada, sino también a marcharse a vivir a Francia, donde encontró la libertad que buscaba. Cuando recibió el Pulitzer de Literatura, en 1921, ya estaba divorciada de su marido, aunque conservó su apellido y llevaba años viviendo en Francia. Fue una mujer conciencia con la lucha por la libertad y obtuvo la Legión de Honor en recompensa por ello. Su obra es muy amplia y valiente, sin concesiones a lo establecido, más bien, viendo las cosas con una mirada propia que es reconocible en cuanto se leen sus libros. Y que resulta confortable, hay que decirlo.
(26-11-2018)
Lo más destacado de su forma de narrar es siempre el acierto al diseccionar el interior del alma humana, sus emociones, sentimientos, deseos, odios y venganzas. Y las relaciones humanas están marcadas por el signo de la realidad, sin alteraciones románticas ni pensamientos elevados. La gente es así y así la muestra ella.
"Resultaba una peculiar crueldad del destino que Troy sintiera la indiferencia de la señorita Wicks más que el entusiasmo de todas las demás jovencitas reunidas en la pista de tenis de los Belknap. A pesar de todo, la encontraba más interesante, más inagotable, más "a su altura" (como decían en el colegio) que ninguna de las joviales diosas de la guerra que lanzaban sus pelotas de tenis en la pista de los Belknap" (El Marne)
"El Marne" transcurre en tiempo de guerra. El estallido de la Gran Guerra, en agosto de 1914, estropea la vida idílica de Troy y de su familia, que suelen pasar los veranos en Francia. Como todos sabemos, la guerra europea parecía muy lejana para los estadounidenses y solo después de algunos acontecimientos cruciales los Estados Unidos entraron en la guerra y Troy querrá volver a Francia para luchar por el país al que adora. Dos cuestiones subyacentes en el libro forman parte de la biografía de Edith Wharton: su amor por Francia y su apoyo a la causa aliada. Este libro, pequeño y rápido, escrito en 1918, lo demuestra.
Los otros dos cuentos son más breves. En "El ajuste de cuentas" se pone en solfa la institución matrimonial, algo que ella había hecho directamente con su vida. El descreimiento de lo que suponían esos lazos tan difíciles de desatar, tan interesados y tan llenos de dificultades, lejos de las emociones y los sentimientos, cercanos al interés, es su tema principal. La otra historia se llama "La campanilla de la doncella" y es un cuentecito de fantasmas, de los muchos que escribió Wharton y que se recogen ampliamente en algunos volúmenes.
El Marne. Edith Wharton. La isla de Siltolá. Narrativa. Traducción de José Luis Piquero. Sevilla, 2018. Correcciones de Rodrigo Verano. Diseño de la cubierta: Salvartes.
Edith Wharton es un personaje central de la literatura. Había nacido en Nueva York, en 1862 y pertenecía a una familia de linaje, de esas que formaban el núcleo social principal de esta ciudad y que tan bien reflejó en "La edad de la inocencia". Su visión crítica acerca de la ciudad en la que nació y de la sociedad de la que formaba parte la llevó, no solo a escribir novelas que ponían el acento en esa crítica acerada, sino también a marcharse a vivir a Francia, donde encontró la libertad que buscaba. Cuando recibió el Pulitzer de Literatura, en 1921, ya estaba divorciada de su marido, aunque conservó su apellido y llevaba años viviendo en Francia. Fue una mujer conciencia con la lucha por la libertad y obtuvo la Legión de Honor en recompensa por ello. Su obra es muy amplia y valiente, sin concesiones a lo establecido, más bien, viendo las cosas con una mirada propia que es reconocible en cuanto se leen sus libros. Y que resulta confortable, hay que decirlo.
(26-11-2018)
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