Ir al contenido principal

Entradas

Nada de nada

(Autorretrato. Fotografía de Elizabeth Hase. 1930) El caso es andar, dice la canción que escucho mientras escribo. Una ecuación perfecta. La música que no es el fondo sino, incluso, el motivo. Las palabras que acuden y sacuden el ordenador en un tic tac continuo y pausado a la vez. Ese momento en el que la lluvia golpea la ventana, la hace retumbar, la llena de gotas que te impiden ver el exterior. Tampoco puedes mirar hacia dentro. Si lo haces, las gotas de lluvia se habrán convertido en lágrimas. Lágrimas perennes que danzan en torno a ti porque tú las has convertido en un motivo cotidiano.  El caso es andar, nada me pertenece. Soy nada. No tengo ninguna razón para contarte cosas ni para escribirlas apenas, dice ella mientras sus ojos, enrojecidos a saber de qué y por cuánto tiempo, sacuden las lágrimas y las pestañas se arquean sin otro remedio que el disimulo. He escondido que tengo un desasosiego permanente y que tú me lo produces, piensa ella. Esos pensamientos se ac

"La torre vigía" de Elizabeth Harrower

  ¿Quién no ha tropezado alguna vez con gente manipuladora, lo que hoy llamamos "tóxica"? Sería raro encontrar a alguien que no haya tenido una mala experiencia. En la mayoría de los casos, los dependientes emocionales de los tóxicos son personas con una inmadurez emocional manifiesta, gente "no querida". Para que los tóxicos (normalmente narcisistas perversos) puedan manejar a su antojo a la gente, esta debe ser de una naturaleza especial. Necesitar la aprobación de otros, el cariño de otros, el amparo, la comprensión. Eso es lo que les pasa a estas dos chicas Laura y Clare. Ambas se han criado prácticamente solas, porque su padre murió y su madre nunca las atendió, incluso llegó a irse de Sidney (Australia) durante la segunda guerra mundial, para vivir con su adorado hermano Edward en Inglaterra. Las chicas se quedaron solas, o peor aún, a cargo del flamante esposo de Laura, veinte años mayor, una especie de empresario sui generis. La pequeña, Clare, será la sombr

Un poema de Elizabeth Barrett

(El mensajero del amor. Marie Spartali Stillman. 1844-1927) Si has de amarme que sea solamente por amor de mi amor. No digas nunca que es por mi aspecto, mi sonrisa, el modo de hablar o por un rasgo de carácter que concuerda contigo o que aquel día hizo que nos sintiéramos felices... Porque, amor mío, todas estas cosas pueden cambiar, y hasta el amor se muere. No me quieras tampoco por las lágrimas que compasivo enjugas en mi rostro... ¡ Porque puedo olvidarme de llorar gracias a ti, y así perder tu amor¡  Por amor de mi amor quiero que me ames, para que dure amor eternamente.  (Elizabeth Barrett Browning. 1806-1861)

Escribir, publicar, vender, leer

  Este es un tema delicado pero no he de tener demasiada preocupación al respecto. No va a causar una debacle humanitaria ni, desde luego, cultural. El tema es enjundioso pero este blog no lo lee casi nadie. Y hay algunas cosas que merecen la pena, que están bien escritas y bien reflexionadas, pero a los blogs les pasa como a los libros: solo se leen una mínima parte de los que existen y el criterio siempre es, o sobre todo, el nombre, el nombre de quien lo firma. La firma, esa gran figura de nuestros días. El autor, oh, el autor, quién ha hecho esto, dónde está, que me haga un autógrafo ya...Los desconocidos, los outsiders como yo misma, no importamos nada aunque escribamos bien, muy bien, sobresaliente. En realidad, el cómo no no importa, solo importa el quién. Por eso hay, por lo visto y según se oye por ahí, gente que incluso paga por publicar, cambiando así la ecuación. Pero volvemos a ella, a la ecuación.  La ecuación comienza con alguien que escribe un libro. Supongamos que es u

Leer en familia

  La lectura, decía mi madre, es un vicio. No puedes pasar sin él. Vicio, claro está, en el mejor sentido de la palabra, lo que quizá hoy llamemos un hábito. El hábito de la lectura se contagia, se copia, cuando lo ves cerca de ti y eres un niño. Los niños miran el ejemplo de sus padres en primer lugar. De padres lectores deberían nacer niños lectores. No siempre ocurre, porque las excepciones a la regla son una condición. Pero hay un gran porcentaje en los que se cumple esto. No solo la excepción es la que nos dice que hay padres lectores e hijos no lectores, sino también al revés. Padres que no han abierto un libro en su vida e hijos que se mueren por leer. Pero aquí puede aparecer casi siempre una figura que hace de ejemplo, un maestro o similar. La lectura es una gran argamasa que sirve para unir a las personas. Y no deja de ser curioso porque también es una actividad solitaria. Se lee en soledad pero se comenta en compañía. Y los personajes de los libros nos unen unos a otros. Así

Hugh Grant: un Ferrars con encanto

  Edward Ferrars, uno de los protagonistas masculinos de "Sentido y sensibilidad" es un hombre corriente. Una persona apocada, sencilla, sin ínfulas, tímido y que depende económicamente de su madre. Ella quiere que sea alguien de renombre, político, militar, pero a él le gustan las cosas más tranquilas y disfrutaría siendo clérigo, en una parroquia en el campo, dando sermones y hablando con sus jornaleros.  Y en la película de 1995 de Ang Lee el personaje lo interpreta Hugh Grant, a quien, de entrada, no definiríamos como alguien así. Sin embargo, el actor borda el personaje y consigue esa clase de química necesaria con su pareja en la película, Emma Thompson, que hace de Elinor. Nunca un Ferrars tan encantador como él. 

Jane Austen hace teatro

  /Ilustración de Hugh Thompson. Orgullo y prejuicio/ A Jane Austen le encantaba hacer teatro. La de actriz y guionista era una de sus aficiones favoritas. En la familia Austen esto era una actividad que se practicaba con frecuencia, como la lectura en voz alta o el recitado de poemas. Esas obras de teatro las solían escribir ellos mismos y lo hacían en grupo, aportando cada cual sus ideas y textos. Esto debió ocupar muchas horas en los periodos vacacionales, cuando toda la familia se reunía. Sabemos que la afición trascendió a los descendientes y en casa del hermano Edward eran frecuentes los ensayos y las representaciones, primero en su casa de Rowling y luego en Godmersham.  Durante el escaso tiempo en que Jane Austen acudió al colegio tuvo ocasión de practicar el teatro en el internado de Reading. Allí la educación formal era escasa pero había ratos para la música, el teatro, el baile y el aire libre. Quizá todo esto influyó en que el tema aparezca en una de sus obras , Mansfield P

Los retratos de sir Thomas Lawrence

  /Retrato de David Lyon. 1825. Museo Thyssen. Madrid/ El autor de este retrato es sir Thomas Lawrence. Había nacido como niño pobre, hijo de un tabernero, en Bristol, en 1769. Desde pequeño se ganó la vida y la de su familia dibujando retratos a los parroquianos de la taberna de su padre y desde 1780 en Bath, haciendo lo mismo con los turistas. Sus cualidades innatas lo convierten en un autodidacta, que solo tuvo tres meses de instrucción. Fue niño prodigio y luego pintor prodigioso. Dos retratos lo convirtieron en un pintor de moda. En 1790 pintó La reina Carlota (National Gallery, Londres) y Elizabeth Farren (MET, Nueva York). Dos años después falleció Joshua Reynolds prestigioso pintor del rey, y Lawrence ocupa su puesto. Tenía veintitrés años.  El regente, el príncipe de Gales, luego Jorge IV, le encarga en 1815 una serie de retratos de los grandes líderes que estaban en contra de la política expansionista de Napoleón Bonaparte. Para cumplir el encargo, Lawrence viajó por Europa,

Catherine es un desastre

  Catherine Morland es una especie de potrillo salvaje. Tiene muchos hermanos, vive en un pueblo de la campiña inglesa y tiene unos padres muy permisivos. Su hermano mayor está ya en Oxford, en la universidad, pero los pequeños andan por la casa y ella ha recibido permiso para viajar a Bath con un matrimonio amigo, los Allen, que hacen lo que todos los matrimonios aburridos de la época hacían: llevarse con ellos una joven compañía que les dé algún aliciente. Cuando Jane Austen traza este personaje no se priva de nada. Catherine se aburre casi todo el tiempo, salvo cuando lee novelas góticas que le encantan. A su madre le gustaría que, además de leer, sacara algún aprendizaje de esa lectura y no tanta fantasía, y también que hiciera alguna cosa útil, que ayudara en casa, que aprendiera a doblar las corbatas de su padre, al menos. Si Nina Leen hubiera podido conocer a Catherine Morland, la habría retratado así, descalza, con un vestido romántico, con aire campestre e ingenuo. Todavía no

Jane Austen en el cine

  (Fotograma de "Persuasión", 2022) Hasta treinta y cinco adaptaciones al audiovisual existen sobre las novelas de Jane Austen, sin contar las que se dedican a su vida. De ellas, veinticuatro son versiones de cine, televisión y plataformas que podríamos considerarse canónicas y otras once se dedican a rarezas. Dejaré de lado estas últimas y dedicaré esta entrada a las versiones de Jane Austen al cine. Lo haré por orden cronológico, ya que de ese modo se ordena mucho mejor y, además, se puede ver el momento de más auge de esta tendencia.  *Más fuerte que el orgullo fue el título en España de la versión de Orgullo y prejuicio de 1940, nacionalidad estadounidense, dirigida por Robert Z. Leonard y protagonizada por Greer Garson y Laurence Olivier, dos estrellas del momento. Blanco y negro.  *En 1995 se ruedan dos películas, dedicadas a novelas de Austen. Persuasión, dirigida por Roger Michele e interpretada por Amanda Root en el papel de Anne Elliot y Sentido y sensibilidad, de A

El relato pictórico de Mary Jane Ansell y un libro de Banville

Las pinturas de Mary Jane Ansell (Shropshire, 1972) están pidiendo a gritos un relato. Las miras y captas solamente un instante, pero sabes que, antes de eso, han pasado cosas y que seguirán pasando hasta llegar a un desenlace desconocido. En este blog aparecen en algunas entradas precisamente así, convirtiendo en un espejo hechos que, de otra manera, no surgirían quizá o serían diferentes. En un libro de  John Banville (Wexford, Irlanda, 1945) la portada es una de esas pinturas. Representa a una mujer de espaldas, con el pelo recogido en un moño, bien peinada, vestida apenas con un finísimo vestido blanco del que se aprecia solo un tirante. En torno del cuello hay unas manos, que bien podrían ser de otra persona, un hombre, o de ella misma. En todo caso, las pinturas de Mary Jane Ansell representan en muchas ocasiones a las mujeres de espalda, ofreciendo su cuello, su cabello y su silencio, al espectador.  Ansell es una pintora figurativa, cuyo estilo recoge la herencia

Un baile en Uzès

  Nos gustaba acudir al mercado. Resplandecían las flores. Toda la plaza olía al unísono y nosotros contemplábamos ese estallido de color como si nunca antes hubiéramos conocido el rosa, el verde, el rojo, el anaranjado, novatos en los sentidos, desprevenidos, sin esperar que nos asaltara tanta belleza, tanto bullicio. Las frutas emergían en un costado y los dulces, y el pan, en hogazas, en círculos sobre una mesa de madera. Y los hortelanos exhibían con orgullo sus productos y nos miraban con la condescendencia de quien está seguro de saber más que tú. La plaza se cubría de todos ellos las mañanas de los jueves y de los domingos. Pero algunas noches, inopinadamente, sin saber nosotros el motivo o sin entenderlo quizá, la plaza se llenaba de farolillos de colores, como si fuera un cuadro de Vettriano, y entonces las figuras de los danzarines comenzaban a moverse sin avaricia. Las mesitas se situaban en torno al centro de la plaza, los camareros se movían con soltura llevando en las ban

Aplicación didáctica de la "Antología poética de la copla flamenca"

  Esta recién salida Antología poética de la copla flamenca lleva un subtítulo que expresa perfectamente una de sus virtualidades. La antología se concibe como una aproximación al flamenco a través de sus letras. Sabido es que la literatura flamenca es una de las formas, inseparables de las demás, que conduce al conocimiento del flamenco. Por lo tanto, el objetivo de la antología tiene mucho sentido a la hora de conocer, e incluso, de aprender flamenco.  Dos son, pues, los grandes objetivos que la obra plantea:  1. Su manejo por parte de los aficionados al flamenco, que encuentran aquí una recopilación actualizada del soporte literario del cante 2. Su uso con estudiantes de flamenco, sean alumnos en edad escolar, universitarios o personas interesadas en el tema En esta entrada me referiré exclusivamente a su empleo como instrumento auxiliar para la enseñanza del flamenco entre estudiantes, sobre todo para aquellos que empiezan a transitar por este campo, como sucede con los estudiantes

Triana: memoria sentimental

  /Desde el Altozano se divisa esta Sevilla. Foto Archivo personal/ Cada cual tiene su propia Triana. Y no es transferible a otros. La Triana de cada uno se compone de vivencias, momentos y gentes. Hay tantas Trianas como personas viven o han vivido en ellas. Es una especie de caleidoscopio que cambia de color según se recuerde, según se evoque. El poder de evocación de los edificios, las calles, los olores, los ambientes, es enorme, y así lo sentimos los seres humanos. Recorrer Triana es una ocupación que me ha llevado muchos años y hay otras muchas personas que también juegan en esta ruleta. Mi amigo, el poeta de Arcos, Antonio Luis Baena, era una presencia constante en sus calles hasta que murió. Me lo encontraba en cualquier sitio. Nosotros paseando al niño y él andando, andando, porque su corazón estaba cansado y necesita ejercitarse. Él eligió Triana para vivir y su recorrido permanente por las calles es una de las cosas que siempre recuerdo. Quizá la gente de Triana no lo recuer

¿Quién niega la belleza del otoño?

  Triana en el otoño es un paraíso azul. Cielos fríos, cielos turquesas, cielos inconmovibles, cielos estampados de luz, cielos que arropan la caída de las hojas, cielos que avisan de las tormentas, cielos que renuevan antiguas promesas que hoy apenas se recuerdan. Los cielos de Triana se tiñen de un azul trianero, un azul respetuoso y calmo, un azul exigente, un azul convertido en razones. Otoño de Triana, azul insuperable.