Desde que tengo uso de razón (qué hermosa expresión es esta) todos los septiembres han sido esperanzadores. Sin esperanza puede haber vida, pero es una vida peor, una vida plomiza y demasiado cansada. Mi palabra favorita es "esperanza" lo mismo que Esperanza era el nombre favorito de mi padre. Ninguna de sus seis hijas se llama así lo que quizá nos demuestre cómo fue un hombre cargado del peso de las sombras, aunque merecía la luz. Septiembre. El comienzo del curso escolar es lo mismo que tirar a la basura el pasado, los amores vencidos del verano, los dolores viejos, el aburrimiento de los paseos en soledad, el llanto en las azoteas, las llamadas de teléfono insulsas, las vacaciones que nunca salen en las revistas del corazón, la relación familiar (a veces, tan difícil), Eternamente alumna o profesora, septiembre trae cambios de casa, cambios de trabajo, cambio de compañeros, cambio de curso, cambio de ciudad, cambio de vida. Ese es el cambio necesario, el que aligera el
¡Cumplimos 15 años! 2009-2024