Intenso, demoledor, desasosegante, duro, frío, terrorífico. El libro de Elizabeth Jenkins te ofrece un comienzo engañoso. Parece que todo se reduce a una muchacha mal dotada intelectualmente, pero con dinero, y a un tipo egoísta y necesitado de pasta. Pero no es verdad. Nada es tan sencillo. El juego de personalidades enfrentadas en esta novela exigiría un estudio psicológico y mucho tiento para discernir a qué se debe la extraña relación entre los hermanos Oman, Lewis y Patrick ; o la soterrada envidia plagada de angustia que vive Alice en relación con Harriet ; o el papel de Clara, obtusa, sumisa pero, al fin, liberada del peso de un enorme secreto. Harriet es una chica acomodada por la herencia de su padre. Su madre está casada en segundas nupcias y trata cariñosamente a su hija, comprende sus limitaciones, acepta sus caprichos y sabe que, en el fondo de su cerebro opaco, hay bondad y deseos de ser feliz. Quién no quiere casarse de blanco y con sedas... La madre de la mu
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