A la memoria de Luis Caballero Cuando Lorca despidió a Sánchez Mejías con esa elegía insuperable ( tardará mucho tiempo en nacer/ si es que nace/ un andaluz tan claro/ tan rico de aventura) , nos dejó escritas las palabras que mejor pueden expresar el sentimiento de pérdida por la gente irrepetible, la gente que no solamente vive una vida para sí mismo, sino que irradia a los demás tantas cosas que su misma existencia nos da calor. Por eso ahora no tengo que inventarme versos, pues ya están escritos, pues ya se escribieron, para Ignacio, para ti, Luis. No nos lo habían dicho, pero la soledad era esto. Ver cómo se marchan todos aquellos que te han conocido de niño, ver cómo cambian y desaparecen los paisajes que viviste, en los que jugaste y sentiste. No te haces mayor, te quedas solo. La soledad es la ausencia, el vacío, el frío hueco que dejan las presencias que nos alumbraron. Ver cómo te conviertes en huérfano. La orfandad es la soledad más grande de todas. Y saber que tus maestros
¡Cumplimos 15 años! 2009-2024