"Querida señora Bird" de A. J. Pearce


¿Quién es A. J. Pearce? La explicación que aparece en la solapa del libro es muy escasa. Se trata de alguien que creció en Hampshire, Inglaterra, y que estudió en las universidades de Sussex y de Northwesthern. Esta es su primera novela. Tiene una cuenta de Twitter en la que sigue muy activamente la repercusión de su libro. También usa Facebook e Instagram. Es, pues, una mujer de hoy. Cuando coloqué la portada del libro en Twitter, ella misma me respondió muy agradecida por la lectura. Eso es lo bueno de las redes sociales. Me imagino a Jane Austen en esta tesitura. Seguro que ella y sus mujeres las usarían con ingenio y elegancia. Aunque la historia que se narra aquí no se desarrolla en nuestros días sino en los convulsos tiempos de la Segunda Guerra Mundial, cuando toda Europa se retorcía en medio de la contienda. Es decir, en torno a 1940, malos momentos para la democracia y origen de muchos textos literarios, películas y heroísmos.

Todo comienza con un anuncio en el periódico. Las historias que se inician con un anuncio en el periódico siempre prometen. Eso sucede con "Se anuncia un asesinato" de Agatha Christie o con "Levadura de malicia" de Robertson Davies. En el primer caso la gente acudirá a la cita simplemente por ver quien muere. Y, en el segundo, lo que se pone en conocimiento del respetable es  un matrimonio. Tanto Christie como Davies tiran de ironía. Aquí es el The Evening Chronicle, o eso parece, el periódico que recoge una oferta de empleo que llamará la atención de una joven secretaria del despacho de abogados Strawman´s. El anuncio remite a un trabajo en una editorial para el que se requiere una muchacha "trabajadora capacitada, entusiasta y responsable". Resulta que la joven secretaria siempre había querido ser periodista y esto le parece como caído del cielo, tanto como las bombas que cada día azotan Londres, el escenario de la historia. En el Londres de los bombardeos alemanes Emmy vive con su querida amiga Bunty en un apartamento de la última planta de la casa de su abuela en Braybon Street. Además, como la mayoría de las chicas de ese tiempo, tiene un hermano en el frente y es voluntaria en el Servicio de Bomberos, en el que entró poco antes de que los alemanes comenzaran a atacar Londres.

De ese modo, Emmy (cuyo nombre completo es Emmeline Lake) se dirige a una entrevista de trabajo vestida con su "elegante traje recto de sarga azul, mis mejores zapatos y un sombrerito negro ladeado que le había pedido prestado a Bunty". Es su oportunidad. Puede llegar a ser corresponsal de guerra, periodista de fama, entrevistadora, quién sabe. ¿O no? Porque al llegar allí se encuentra con cosas bastante extrañas. ¿Quién es la señora Bird? ¿Qué es La Amiga de la Mujer? Y, sobre todo ¿por qué tiene que firmar Emmy un contrato de confidencialidad para poder trabajar?

Lo que va a suceder, sin embargo, es poco previsible. Porque el trabajo que va a desempeñar Emmeline es mucho más importante de lo que puede parecer a simple vista y, lejos de ser una simple mecanógrafa, la bondad de su corazón la convertirá en un consuelo para las almas atormentadas e incluso un poco descarriadas, algo que está muy mal visto por la consejera infalible señora Bird, que prefiere los problemas corrientes y nada vulgares.

Este es el planteamiento de una historia encantadora que te gustará leer. Va de sueños, de esperanzas, de deseos cumplidos y de otros insatisfechos. Va de cartas. Y los libros que contienen cartas son libros especiales, llenos de emociones y de anécdotas, que son los dos elementos que siempre aparecen en las cartas. Esta historia va también de amistad verdadera, de sacrificio y arrojo, compasión y empatía. De gente que sobrevive en las peores circunstancias sin dejar de mirar con optimismo el futuro. De situaciones divertidas, de personajes curiosos. De inocencia y perplejidad. De bocadillos de queso y pepinillos. De mujeres y de dudas. Va de la vida, en suma, por eso es agradable leerlo y hallar algunos paralelismos con la realidad. Tal y como hacía la señorita Marple cuando un crimen aparecía a su paso en Saint Mary Mead.

Querida señora Bird. De A. J. Pearce. Traducción de María Enguix Tercero. Roca Editorial. Escrito por la autora en 2018. Publicado en enero de 2019. 

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