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La luz de cada día

Vienen como bandadas de palomas por la calle Castilla. Sortean las obras, los baches y los andamios. Llegan a San Jorge y se desparraman por la esquina del Puente, por la capillita del Carmen, por Pureza, por la sufrida San Jacinto que ve cómo los comerciantes levantan los cerrojos de sus tiendas para esperar el día…   Vienen vestidos de azul, de rojo, de rayas grises; ellos llevan pantalones caídos, vaqueros y camisetas gastadas, sudaderas y gorras; ellas lucen largas melenas, mientras sus bolsos de bandolera se mueven al compás de su andar…Son los trianeros del presente y del futuro y van a inmortalizar con sus cámaras de fotos este rincón de Triana. Un profesor de una asignatura nueva, que se llama Proyecto Integrado, les ha dicho que en esa zona pueden desarrollar su imaginación, hallar el motivo fotográfico que les enseñe a mirar la realidad. El profesor, seguramente, ha venido de fuera, de Extremadura o de Galicia, pero, después de algunos años de enseñar en Triana, ha caíd

Por derecho

A finales de los años ochenta del siglo pasado se produjo en toda Andalucía un movimiento a favor de que el flamenco se enseñara en las escuelas. Maestros y profesores que trabajaban en lugares distintos, sin ponerse de acuerdo, de manera espontánea, entendieron que este arte es un patrimonio que no puede ser negado a nuestros alumnos. De esta forma, se iniciaron las actividades y programas para que el flamenco llegara a los niños de los colegios e institutos andaluces. Fue, por lo tanto, un movimiento surgido desde la base y que no emanaba de ninguna instancia oficial. En la Escuela de Magisterio de Sevilla se organizó una peña flamenca compuesta por enseñantes, todos ellos impregnados de la misma inquietud y en muchísimos lugares de la comunidad autónoma se establecieron lazos con peñas y con otras instituciones para trasladar a los alumnos el cante, el baile y el toque. Por su parte, la Consejería de Educación publicó, dentro de un conjunto de talleres dedicados a la cultura an

María Borrico, por las calles de La Isla

 Su nombre no tiene el eco romántico de otros. Por eso, a veces, parece escondido y presa del olvido. Sin embargo, algunos de sus logros pueden oírse todavía en las gargantas de los artistas. Cantaora y cañaílla, María Borrico es, también, María Fernández Fernández, nacida en San Fernando en 1830, hermana del Viejo de la Isla y tía, por tanto, de Agustín Fernández Bernal, de quién parte la familia cantaora de los Melu de Cádiz. María formaba parte de una extensísima familia (eran trece hermanos) de los que cantaban varios, incluido el más sobresaliente, Pedro Fernández, el Viejo de la Isla. Había nacido en la calle de San Miguel y su partida de bautismo la refleja Salvador Aléu Zuazo en su importante libro biográfico “Flamencos de la Isla en el recuerdo”, en el que menciona, además, que fue bautizada en la Iglesia Mayor de San Pedro y San Pablo, en pleno centro de la ciudad, en la calle Real.   Las aportaciones musicales de María Borrico y de su hermano, se inscriben e

Cosas que nunca se borran

De vez en cuando, casi siempre con los cambios políticos, se sucede el debate sobre la educación. Todos los que tienen un lugar donde opinar se lanzan en barrena, argumentan, discuten, proponen, opinan. La mayoría de estos "opinantes" no conocen la educación por dentro más allá de que ellos mismos fueron educandos o tienen hijos que van al colegio. Esta experiencia indirecta es suficiente para convertirse en dueños de la verdad. La verdadera problemática de la educación, de las escuelas, colegios e institutos, se escapa de la normativa, no tiene que ver con religión sí o no, con ciudadanía sí o no, ni siquiera con el hecho de que se enseñe o aprenda en una lengua o en otra. La verdadera esencia de la educación, del hecho de educar, del arte de enseñar, como quiera decirse, va mucho más allá y tiene un componente técnico y especializado desconocido para la mayoría. Tiene también una vertiente humana, emocional, que la distingue de otras actividades. Por eso los maestros y

Feliz cumpleaños

Feliz cumpleaños. Felicidades por ser Bueno, Simpático, Alegre, Inteligente, Trabajador, Responsable, Brillante, Original, Listo, Dispuesto, Cinéfilo, Generoso, Independiente, Pacífico, Chistoso, Altísimo, Guapísimo y sobre todo... El mejor hijo del mundo mundial...

Caracol y el Concurso de Granada

El Concurso de Cante Jondo de Granada, celebrado en el mes de Junio de 1922, es, para todos los aficionados al flamenco, simplemente “el Concurso”. Todos sabemos a que nos referimos cuando usamos esa expresión. Por muchas opiniones que surjan, por mucho que se entablen debates, lo innegable es que supone un hito en el flamenco, al modo en que estos hitos van configurando el arte y la historia.  Fue un acontecimiento muy importante por diversos motivos y para Caracol significó algo definitivo: entrar por la puerta grande en el mundo profesional del flamenco. Después de obtener un premio en este Concurso, ya pudo actuar como profesional en toda regla, sin necesidad de empezar poco a poco, como otros muchos artistas, que iban en las compañías formando parte del atrás, como secundario del cante o como uno más. Se saltó el meritoriaje y se encaramó a una cima en la que se mantuvo durante cincuenta años, en todas y cada una de las formas en las que el flamenco se presenta a los público

Los niños invisibles

Imagina que estás sentado en un pupitre, en un aula cualquiera de cualquier centro educativo, durante seis horas al día, cinco días a la semana. Estás sentado y pasan por delante de ti conceptos, ideas, trabajos, problemas, palabras… sin que logres entender qué significan. Imagínatelo porque así se sienten los niños invisibles, los niños del último banco como los llamaba el poeta Lorca, los niños que, por el azar de la vida, que es caprichoso e injusto, tienen “algo” que los sitúa en un lugar lejano del saber. He conocido a algunos de estos niños y puedo citar sus nombres y sus historias. Está Gregorio, que era hijo de unos temporeros y que nunca estuvo más de un curso en el mismo sitio. Su asombro era el mismo cada año, pues tenía que ver rostros nuevos, aulas diferentes, profesores distintos. También Manolito, que no lograba, por más que lo quisiera, unir los trazos de las letras convenientemente, de forma que las letras formaban en su cuaderno un mapa indescifrable, que no t

Hombre de blanco, mujer de azul

Al entrar en la gran sala azul y blanca pienso cuán distinta es la realidad de lo que aparece en los libros. Aquí están los cuadros con toda su presencia, con todas sus imperfecciones y sus secretos; los libros, en cambio, muestran una imagen apagada, ocultando la fuerza que el pintor les puso y que viene hacia nosotros cuando nos acercamos a ellos. Por eso, sólo abriré las páginas del recién comprado catálogo cuando pasen unos días y el frescor de la pintura se apague en mi retina.             La sala se mueve a uno y otro lado. Dos grupos se balancean, como si fueran olas del mar. Uno tiene por guía a un muchacho italiano, que se disculpa por hablar mal el idioma y que, de vez en cuando, comete un error gramatical que todos perdonamos y que él rubrica con una sonrisa. El otro grupo se mueve en torno a una chica española que dice, en voz muy alta, acercaos que no me como a nadie. En los grupos hay de todo: mayores, jóvenes con short y mochila, extranjeros, desocupados. Todos

En la muerte de Manuel Mairena

Esta madrugada murió Manuel Mairena. Llevaba varios años sufriendo en el cuerpo y en el alma. Tenía 78 años y era el menor de los hermanos de Antonio Mairena, el maestro del cante. Manuel Mairena era un saetero de primera categoría, un cantaor honrado y un hombre bondadoso, serio y elegante. Era una buena persona, que admiraba a su hermano y que no sintió nunca envidia de que la genialidad de Antonio pudiera siquiera eclipsarle. Más bien, lo quiso hasta el último momento. Leyendo las necrológicas y oyendo los comentarios que ha suscitado su muerte, he recordado los tiempos en los que tuve la ocasión, la fortuna, de tratarlo. Estaba yo embarazada de mi hijo Antonio y me regaló un precioso cuadro, enorme, en el que su hermano Antonio aparecía en su clásica pose con la Llave de Oro del Cante. Me dedicó ese cuadro con su letra de trazo antiguo y sigiloso. Manuel Mairena participó en nuestros cursos de flamenco para docentes. Su participación era garantía de seriedad, de conoci

El flamenco y las Artes

El Flamenco es música. El Flamenco es poesía. Pero es también, por qué no, el gesto, el espacio, el paisaje, los rostros… todo aquello que se encierra en una imagen. La imagen del Flamenco no la han creado los artistas del cante, el baile o el toque, sino los otros. Los   pintores y escultores, los creadores de figurines y decorados, los fotógrafos… El Flamenco ha llamado a la puerta de las otras artes y éstas, abriendo la cancela, han hecho entrar en su universo las visiones del Flamenco, que se perciben no sólo con los ojos, sino con el corazón, porque lo esencial, ya lo sabemos, es invisible a los ojos. Y el Flamenco tiene mucho de esencia, aunque también de arquitectura, de gran rompecabezas que se encaja tiempo a tiempo por aquellos que lo han construido. La mirada que al Flamenco dedican las otras artes tiene mucho que ver con el Flamenco mismo, y, sobre todo, con las definiciones individuales y los sentimientos colectivos de generaciones, escuelas y estilos. No es, por