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El patio de vecinos

Cada uno en su habitación, decorándola, llenándola de fotos, de ideas, de dibujos, de adornos...En la zona común, el patio, y, en el patio, los macizos de flores o los arriates con plantas olorosas...Cada uno en su habitación y, de vez en cuando, una flor que se agita y que queda sin hojas, una mirada no correspondida, un deseo insatisfecho, una risa que no tiene respuesta, una forma de hablar en voz muy baja, un encuentro feliz, la única manera de verse en mil años… Eso es internet. Un patio de vecinos virtual, en la que hay sentimientos, vanidades, orgullo, prejuicios, sentido, sensibilidad, mentiras, algunas verdades, esperas, búsquedas, razones...Cada uno cuida de su habitación y pretende que cuando alguien la visite se quede prendado de su olor, de su buen gusto, de cómo ha servido esa tacita de té a las cinco en punto de la tarde...Escribe la soledad...Porque, si tú estuvieras, el patio tendría la luz de tus ojos y no harían falta las palabras. (Fotografías de I

"Un jardín en Brujas" de Charles Bertin

El problema de rastrear sin descanso entre librerías, editoriales y culturales es que se encuentran libros y que andas todo el día de sorpresa en sorpresa. Este, por ejemplo, que se publicó en castellano en 2015, es una delicia. Si te gustan los jardines y te gustan las abuelas, este es un libro para ti. Lo escribe el belga Charles Bertin (Mons, 1919-Sint-Genesius-Rode, 2002), de profesión abogado y dedicado durante un tiempo a la política. Pero Bertin siempre había escrito y, como suele ocurrir, la escritura termina venciendo a todas las demás ocupaciones, tarde o temprano. Bertin es un estimable poeta, luego novelista y después dramaturgo, que llegó a ser miembro de la Real Academia de la Lengua de Bélgica.  "Un jardín en Brujas" es un libro sencillo, intimista, autobiográfico. En él se cuenta la hermosa relación que Bertin niño tiene con su abuela, a la que frecuenta en las vacaciones de verano después de acabar el curso escolar. La abuela es todo un personaje. Un

"Hombres" de Angelika Schrobsdorff

     La primavera de 2016 se inauguró con un éxito editorial:  "Tú no eres como otras madres" , que lanzaron de forma conjunta las editoriales Periférica y Errata naturae . Esta colaboración, que se convirtió en una feliz idea, dio sus frutos y, además de la crítica, el boca a boca, que es al fin lo que hace que un libro triunfe, lo convirtió en uno de los libros del año. El nombre de Angelika Schrobsdorff saltó a la actualidad literaria y aunque es muy difícil de pronunciar nos descubrió a una autora especial.         "Tú no eres como otras madres" pone sobre el papel la vida de la madre de la autora, Else Kirchner , que se salta las convenciones de la época, tuvo tres hijos de los tres hombres que amó y conoció el vértigo de los años veinte del siglo XX y la frivolidad de la sociedad berlinesa anterior al nazismo porque, sencillamente, quería"vivir su vida" lo que no es poca cosa. Hasta que no pudo ser. Para la escritora era su libro de mem

"Flor de hadas en el bolsillo" de Juan Antonio Fernández Madrigal

Ediciones El Transbordador lanza este libro "Flor de hadas en el bolsillo" escrito por Juan Antonio Fernández Madrigal, con prólogo de Miguel Córdoba, y con ilustraciones y postfacio de Manuel Mota. Resulta difícil clasificar el libro en un género literario concreto, algo que ya nos advierte la propia editorial en la contraportada. Efectivamente, hay aristas poéticas, contemplaciones oníricas de la realidad, imaginación compuesta de elementos que se contraponen, huellas de pasos, realidad e irrealidad, todo ello en una narración que bien podría encuadrarse en ese amplio recipiente que es lo fantástico.  El libro puede leerse de corrido pero también por capítulos separados. De cada una de las formas se obtiene un resultado. Me ha parecido interesante que algunos capítulos incluso tienen una utilidad didáctica de cara a la lectura de jóvenes y adolescentes. Por ejemplo, el titulado "Maquetas y corazones" donde se habla de un personaje llamado El Farero, que tie

No tengo el corazón para luciérnagas

No tengo el corazón para luciérnagas. La frase ha aparecido de repente y me sigue dando vueltas en la cabeza durante todo el día. No sé el motivo por el que algunas palabras se juntan y se convierten en una melodía que te persigue, como si no tuvieras más remedio que escribirlas.  Ocurre con algunas canciones que oyes no sé dónde, un momento en la radio quizá o en internet y entonces entran en ti y no hay manera de espantarlas. Se pegan a las horas y no podemos prescindir de ellas y acabamos cantándolas.  Me ocurre también con la poesía. Un poeta, unos versos, una estrofa, aparecen contigo una mañana, al tiempo de levantarte o mientras desayunas. Y entonces te intentas desprender de esa letanía inseparable. Y no puedes. Te duchas y te envuelves en una toalla azul con rayitas de color mostaza y descubres que la música del verso está presente. Luego te limpias la cara, te untas la crema antisolar, te peinas y te perfumas, y ahí están las palabras, el verso o la canción, lo mis

La última canción

(Edward Hopper. Pintura) El día que comprendió que era un canalla hacía sol y el cielo era una hoja azul de resplandores. La gente apenas se miraba a los ojos, todos corrían apresuradamente por la ciudad absorta y siempre atenta a los susurros de los amaneceres. Lo supo uniendo las delicadas piezas del puzzle de su vida y así pudo soñar por fin que una vez sería libre. No obstante, en el primer momento, sintió que el corazón se le partía a pedazos. No había querido verlo. No había traducido a palabras esos signos dispersos, todas las vaguedades que, juntas, tenían un nítido trazado de realidad que era preciso ver sin dilaciones. El cuerpo roto, las alas rotas, el tiempo convertido en un suspiro sin verdad y sin horas, no habían bastado para hacerle entender lo que pasaba. Fue una frase, la frase, solamente una frase, pero tan oportuna, tan claramente dicha en el contexto, tan expresiva al fin, una frase, la frase, con lo que se escondía y así terminó todo. Desactivó la música q

"Emma" de Jane Austen

"Emma" es uno de mis libros más queridos. La obra maestra de Jane Austen es una novela compleja, delicada, dura y divertida. No es nada fácil definir con acierto, sin pinceladas gruesas sino con trazo fino, a toda una comunidad de personas que habitan en un entorno rural, cerrado y con un continuo cambio de sentimientos en unos y en otros. "Emma" es una montaña rusa, todo lo contrario de un mundo pacífico. No hay aburrimiento en su desarrollo ni hay desliz en su desenlace. Todo funciona a la perfección, como un mecanismo de relojería que estuviera engrasado al máximo. Es, lo repito, una obra maestra.  De vez en cuando releo algunas de sus páginas. Puedo decir que la conozco como si yo misma perteneciera a la estrecha sociedad de Highbury o fuera una visitante privilegiada de Hartfield, el hogar de Emma. Las características de su carácter me producen la sensación de que Miss Austen era mucho más adelantada a su tiempo de lo que suponíamos por sus otros libros

"Bloody Miami" de Tom Wolfe

   Tom Wolfe (1930-2018) sabía mucho de periodismo, no en vano lo había estudiado y practicado en diversos medios. No en vano es el creador del llamado "nuevo periodismo" , ese que se sustenta en una investigación exhaustiva de los datos y que cuida el estilo, hasta el punto de que sus productos son eminentemente literarios.      Él y Truman Capote en la década de 1960 son los padres de esta nueva corriente. El primero mezcla en sus reportajes la realidad y la ficción y en ellos se describen todo tipo de personajes de la sociedad norteamericana como si formaran parte de una historia de ficción. El segundo alcanzó la fama con su novela "A sangre fría" , un relato basado en el asesinato de una familia en una población rural de Kansas.    Para escribir esta novela, Truman Capote se entrevistó con los autores del crimen con el propósito de conocer sus mecanismos mentales más profundos. La novela fue etiquetada como "Nonfiction novel" y es valorada

"Hace cuarenta años" de María Van Rysselberghe

" Saberse esperada; ! qué auténtico deleite! Resulta deslumbrante avanzar de ese modo hacia la felicidad, verla crecer, tomar forma, recobrar la propia conciencia con un entusiasmo que adivinas similar al suyo. La urgencia me dolía..." No es cierto que elijas los libros que lees. No es cierto que repases con cuidado los fondos editoriales, las novedades, los estantes de las librerías, las páginas webs de los sitios lectores. No. Los libros te buscan y, si se empeñan, consiguen encontrarte. De una y mil formas se las arreglan para dejarte sin respuestas, acorralada y a su merced. Eso ocurre con los libros desde siempre y así los libros no son solo palabras, sino también insinuaciones, gestos, fortalezas. " Eres la gran turbación que merezco. No hay espacio en mí para el remordimiento. Pensar que todo esto podría no haber ocurrido me estrangula la conciencia" Ochenta y pocas páginas han bastado a Maria Van Rysselberghe ( Bruselas, 1866-Cabris, Alpes maríti

"La señorita Pym dispone" de Josephine Tey

El caso de Betty Kane  es, además de este, otro de los libros de Josephine Tey que he reseñado en este blog. El inspector Grant de Scotland Yard es el encargado de investigar un curioso caso de supuesto secuestro de una jovencita a manos de dos mujeres bastante excéntricas. En   La señorita Pym dispone , la investigadora es una mujer bastante peculiar y, sobre todo, inteligente. Ambos libros han sido publicados en castellano por la editorial Hoja de Lata , un interesante sello independiente que subtitula su marca como "lecturas sugerentes para tiempos inciertos". Su selección de títulos no deja nada indiferente, al contrario, te atrae como lo hace siempre un criterio original y certero.  Josephine Tey es una curiosa figura literaria. Nacida en Inverness, Escocia, en 1896, murió en Londres en 1952. En realidad se trata de uno de los seudónimos utilizados por Elizabeth Mackintosh , una de las damas del crimen en lengua inglesa, tan prolífica en este género, en el

Roth y ella misma

La forma en la que llegamos a los libros y, a través de ellos, a sus autores, es verdaderamente mágica. Nunca se repiten los casos, hay carambolas de la vida, encuentros fortuitos, búsquedas recompensadas, casualidades plenas. En todo caso, hallar un libro, leerlo y que no te abandone es, sobre todo, un acto de amor. Llegué a Edna O´Brien a través de alguien que, un día, sin yo saber por qué y sin que pueda recordar quien era ese alguien, me regaló uno de sus libros, el primero de la trilogía de Kate y Baba . Llegué a Philip Roth porque alguien, de quien tengo muy claros su nombre y su eco, me regalaron uno de sus libros. Lo que entonces no sabía es que ellos, Roth y Edna , eran, no solo amigos, sino admiradores mutuos, cómplices literarios y muy parecidos en algunos aspectos.  Philip Roth confesó su aprecio sobresaliente por Las chicas de campo, el libro que ella publicó en 1960 y, a su vez, Edna le dedicó su volumen de cuentos Objeto de amor, una de sus obras más conseg

Causa de mi salvación

   Mirad esa niña: Tiene once años, lleva un vestido rosa de cuadritos diminutos, una larga melena, y unos zapatos blancos de tiras muy finas. Es verano y hace todavía calor, aunque no demasiado, en este pueblo sin playa rodeado de sal. La playa está llena de baterías de tiro y de soldados, por eso la gente del pueblo no puede pisarla, porque una bomba podría estallar en cualquier momento.    La niña está sentada en el suelo, en la acera de una calle de pavimento irregular, una calle larga y sinuosa, con tramos diferentes; una calle que encierra muchos misterios e historias que, un día, la niña contará y convertirá en cuentos. Pero todavía es pronto para eso y ahora la niña, con once años, está abriendo presurosa, uno tras otro, los más de veinte libros que alguien, una vecina que quiere hacer limpieza de cosas inservibles, ha sacado de su casa, dentro de una gran caja de embalar. Todos los libros son para la niña y por eso ella está sacándolos de la caja, abriéndolos

"Julia Bride" de Henry James

Estamos en Nueva York durante los primeros años del siglo XX. La alta sociedad neoyorkina está sujeta a tantas convenciones como la aristocracia rural inglesa o la nobleza centroeuropea. Las normas han de ser seguidas y el desacato puede provocar, de hecho lo provoca, el ostracismo, el aislamiento social. Las mujeres son el elemento más débil de esta estructura. Las posibilidades de un buen matrimonio (la salida natural para todas ellas) se ven seriamente afectadas si la familia no es "come il faut", si hay algo en el pasado que resulte preocupante o si algún acontecimiento del presente tambalea la consideración pública de los parientes.  Julia Bride tiene las de perder. El divorcio de su madre (el último, hay que decir) no es una buena noticia. Tampoco ella ha llevado una vida ejemplar. No ha respondido como debía a sus compromisos, no ha estado a la altura. Todo se vuelve en su contra en el momento menos propicio y el rechazo de los demás se convierte en un acicate

Paralelismos: De Edna a Jane

(Jane Austen nació en la rectoría de Steventon, Hampshire, en 1775. No se conserva la casa en la que nació. Esta es una vista actual del pueblo) La señorita Marple, con permiso de Agatha Christie, investigadora aficionada, mujer perspicaz y muy práctica, tenía su fuerte en buscar (y encontrar) paralelismos con ocasión de cualquier asesinato  (así, como quien no quiere la cosa, siempre andaba mezclada en el sórdido mundo del crimen) entre los implicados en el asunto y los habitantes de su pueblo, el pequeñísimo y rural Saint Mary Mead . Un sitio inventado pero no imposible, más bien un reflejo de las poblaciones rurales de la campiña inglesa, esa en la que se come pudín, se luce el arte del visiteo y suceden cosas inverosímiles.  Si se trataba del desfalco de un gran funcionario, que se quedaba con parte de la herencia de un pariente de forma indebida, ella recordaba ipso facto y con toda coherencia al carnicero del pueblo que siempre servía un poquito menos en el kilo de