Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como Penelope Fitzgerald

"Voces humanas" de Penelope Fitzgerald

Imagen
Me fascina esta escritora. La conocí en 2010 cuando la editorial Impedimenta publicó "La librería". El libro caló en un cierto número de lectores pero su puesta de largo ha tenido lugar cuando Isabel Coixet rueda la película basada en la novela. De ese modo, la editorial sacó otra edición del texto, con un diseño tan bonito como el anterior. Luego he seguido su trayectoria a través del resto de publicaciones en español que ha ido sacando esta misma editorial. Desde ahí, como suele ocurrirme, he saltado a su vida, a ella misma. La peripecia humana me parece muy importante, porque complementa lo que leo, me hace mirar a los autores de una forma diferente. Puede decirse que Penelope Fitzgerald estaba destinada a desenvolverse en el mundo de la literatura. Su padre, Edmundo Knox, era el editor de "Punch"; es sobrina del teólogo y novelista Ronald Lnox, del criptógrafo Tilly Knox y del estudioso de la Biblia Wilfred Knox. Con semejante parentela no se me ocurre

Penelope Fitzgerald: una outsider de la literatura

Imagen
Lo cuenta Hermione Lee, su biógrafa : "Cuando en 1979, a los sesenta y tres años de edad, Penelope Fitzgerald recibió inesperadamente el Premio Booker por Offshore (que en castellano se tradujo como A la deriva), les dijo a sus amigos: Ya sabía que era una outsider" Si has leído algún libro de esta escritora sabrás que estaba en lo cierto. El más famoso de todos ellos, La librería , tiene como protagonista a una viuda pobre, Florence Green , que pone todo su empeño en sacar adelante su librería en un pueblo de la costa inglesa y termina por desistir ante la presión de las fuerzas vivas del pueblo, ancladas en lo políticamente correcto. Florence Green es, en este sentido, una perdedora. Viuda (lo que significa que estaba sola, sin ningún hombre que la defendiera, según los cánones de la época, mediados del siglo XX), pobre (sin recursos, teniendo que pedir préstamos a los bancos para poder subsistir), sola (únicamente un anciano y una niña creerán en ella), mujer (

"La librería" de Penelope Fitzgerald

Imagen
Lo mejor de la película "La librería" de Isabel Coixet sobre la novela de Penelope Fitzgerald es que ha dado a conocer el libro y mucha gente habrá tenido ganas de leerlo. Lo peor es que la película es agradable, preciosista, encantadora y está bien hecha pero no puede recoger, ni siquiera puede que se haya intentado, el espíritu Fitzgerald . Esta llamada escritora tardía porque empezó a publicar a los cincuenta y ocho años creó un universo tan especial en ese libro que es imposible reproducirlo. Tiene tanta fuerza que incluso aunque hayas visto la película cuando relees el libro no te aparece la imagen de ningún personaje filmado sino los que tu imaginación ha ido creando al hilo del relato.  En la vieja casa que Florence Green ha comprado en el pueblo imaginario de Hardborough , Old House , hay un polstergeist que continuamente hace la vida molesta a las personas que por allí pasan. Es un protagonista indiscutible del libro, como también lo es la pequeña Chri

"La librería" de Isabel Coixet y Penelope Fitzgerald. Pasión por los libros

Imagen
Florence Green y yo tenemos dos cosas en común: la viudedad y la pasión por los libros. Lo primero es solo una circunstancia. En realidad, ser viuda es no ser nada. Somos esposas que han perdido a sus maridos, como dice Pilar del Río, cuando habla de José Saramago. Lo de los libros, mejor, lo de la lectura, es un vicio que se inocula cuando eres muy pequeña y que no te suelta nunca. Sin embargo, entonces no te das cuenta de lo que eso significa. Solo entiendes que los libros están en todos los momentos de tu vida y no se van, ni se esconden, ni mienten. Son leales, firmes, seguros, llenos de emoción y libres.  Isabel Coixet, también amante de los libros, quedó prendada, como yo misma, con La librería que escribió la gran, grandísima y poco conocida en España, Penelope Fitzgerald (1916-2000). El libro cuenta, igual que la película, la historia de Florence Green, que pierde a su marido en la guerra y se muda a un pequeño pueblo de la costa inglesa con la intención de montar

La librería de Penelope

Imagen
A ti, en ese último día  La última librería que visitamos juntos tenía los anaqueles atestados de libros. Se aproximaba el verano y todo el mundo sabe que es un tiempo de lectura. Los libros de verano, dicen, han de ser ligeros y contrarrestar con fuerza el calor y la tarde. Deben convertirse en refrescantes motivos para soñar o para ser felices, sumidos en esa otra dimensión de las páginas que acarician la cara al susurrar.  Fue la última vez que salimos a la calle y yo miré al cielo y lo vi azul y supe que así era y que tendría que comprar algunos libros para hacer más liviana la espera. No sabía qué esperaba exactamente pero no era nada bueno. Al contrario. Una nube negra se cernía sobre nosotros, un viento negro, como decía Juan Ramón . Los libros que me llevé a casa deben estar escondidos en cualquier estantería, guardados y sin terminar de leerse. No hubo tiempo porque las horas pasaron demasiado deprisa.  Esta librería de ahora ya la había yo visto con antelac

Una casa flotante en el río Támesis

Imagen
Allí, en una casa flotante sobre el río Támesis, vivió una temporada Penelope Fitzgerald. La conocí en 2010 cuando la Editorial Impedimenta, que con tanto talento lleva Enrique Redel (un editor enamorado de los libros, lo que no suele ser frecuente), publicó "La librería". Dado que la escritora nació en 1916 y el libro se publicó en inglés en el año 1978, esto quiere decir que su salida a la luz podía ser considerada tardía. En efecto, esta es su segunda novela pero la primera se publicó solamente un año antes, en 1977, "The Golden Child", una historia cómica de misterio que se ambienta en el mundo de los museos.  La vida de Penelope, como me gusta llamarla porque así la siento más cercana (algo que me ocurre con todas las escritoras a las que amo), fue extraordinaria. Era hija de un editor, sobrina de novelista y de un estudioso de la Biblia. Se educó en colegios carísimos y ejerció de periodista para la BBC durante la Segunda Guerra Mundial. En 1941 se cas

El arte de lo cotidiano

Imagen
Desde hace algún tiempo tengo en “ellas” mis principales referencias. Mujeres que escriben , podría titularse, por eso, esta entrada. Literatura escrita por mujeres pero no “literatura de mujeres” aunque hay quien se empeñe en calificarla así y aún de convertirla en algo secundario.  Coincidencia o convicción, encuentro en algunas autoras mi espacio literario más sentido, el sitio en el que puedo volcar mis ideas, mis pensamientos y mis emociones, sin temor a que resulten vanas, absurdas, inútiles. Creo que ellas han entendido la dialéctica que entablo cada día con mi propio corazón, ese juego dulce y fructífero en ocasiones y, otras veces, duro y casi inhumano. Sentirse, ser, estar con una misma. Las emociones, ese terreno árido que no conocemos, que nos pueden llevar al precipicio o a la gloria. La vida cotidiana, en contrapunto. Como si fueran dos paraísos distintos y distantes, imposibles de unirse en algún momento.  Yo sé que no es así. Sé que la vida transcurre co

Fitzgerald, Penélope

La Editorial Impedimenta ha hecho un rastreo sobre la obra de Penélope Fitzgerald y ha publicado, al menos, tres de sus libros. Los tengo aquí al lado mientras escribo. Si hay alguno más en estos momentos no los recuerdo. Las ediciones de Impedimenta son preciosas. Traen una sobrecubierta en color negro enmarcando la portada, blanca y con la repetición del motivo en la pasta propiamente dicha. Son bonitos, bonitos, libros para leer y guardar. Por eso prefiero el papel al ebook, no hay color en lo que se refiere a la estética.  Penélope Fitzgerald nació en 1916, hija de un editor y se formó en los colegios más caros de Oxford. Hablamos de una élite cultural que poco tenía que ver con la generalidad de la vida de las mujeres de su generación, ni siquiera de las que tenían posibilidades económicas. Seguramente todo ello contribuyó a que tuviera un punto de vista tan especial acerca de las cosas, algo que se traslada a su escritura de forma indudable. Se trataba de una familia en la q

Paseo entre libros en una mañana de verano

Imagen
Una de las cosas que más me satisfacen es ir "de librerías". Pasear por esas calles comerciales en las que hay dos o tres establecimientos en los que sabes que vas a encontrar los libros con que has estado soñando desde hace días, algunos de los cuales te han interesado por su título, por sus autores, por la historia que cuentan o por una especia de intuición inexplicable. Así que esta mañana he tenido ocasión de recorrer la calle Asunción y, dentro de ella, visitar la librería Beta, que es un sitio encantador en el que hay tantos libros nuevos como de toda la vida. Mi hijo y yo nos hemos separado al entrar allí. Él, en esta ocasión, no se ha decantado por libros de filosofía, economía, historia o clásicos griegos y romanos. En esta ocasión ha ido a buscar obras de un autor que le gusta muchísimo y que a mí también me gusta: Dashiell Hammet . Dos libros de Dash se ha comprado y ha estado a punto de comprar un tercero, pero le advertí entonces que no lo hiciera, porque

"El inicio de la primavera" de Penelope Fitzgerald

Imagen
La Editorial Impedimenta nos cuenta así el último libro que ha publicado de Penélope Fitzgerald: Corre el mes de marzo de 1913 y la convulsa ciudad de Moscú se prepara para la llegada de la primavera. En el ambiente se percibe una transformación dramática, pero en el número 22 de la calle Lipka, hogar del impresor inglés Frank Reid, ese cambio será aún más evidente y decisivo. Una noche, tras regresar a su casa, Frank descubre que su esposa se ha marchado de la ciudad llevándose a sus tres hijos. Pronto aparecerá en la vida del impresor una mujer sencilla, una especie de dríade por la que Frank acabará por sentirse hechizado. Y así, acompañado de su contable, Selwyn Crane, devoto seguidor de Tolstói, y de Volodia, un misterioso estudiante que irrumpe en la imprenta con extrañas intenciones, Frank tendrá que dilucidar qué motivos mueven a los demás a comportarse de forma a veces extraña, a veces irracional. Suena prometedor ¿verdad? El libro se llama "El inicio de la pri

Mirad, una librería

Imagen
Los milagros existen si hablamos de libros. Puedes pasear por un gran almacén en busca de nada, haciendo tiempo, mirando cuentos infantiles para recién nacidos (sobre todo si tienes un sobrino llamado David que acaba de cumplir tres meses) y, de pronto, sin previo aviso, ahí está, ahí hay un libro del que no habías oído hablar, de una escritora que no conoces (hay tantos escritores desconocidos que asusta pensar lo difícil que es encontrarlos a todos). Compras el libro, que, además, tiene un tacto muy agradable. Lo llevas a casa y, esa noche, de un tirón, vas y lo lees. Os resumo mi experiencia con el libro "La librería" de Penélope Fitzgerald. Y aquí os escribo lo que cuenta la propia editorial de este libro, Impedimenta: Novela finalista del Booker Prize, La librería es una delicada aventura tragicómica, una obra maestra de la entomología librera. Florence Green vive en un minúsculo pueblo costero de Suffolk que en 1959 está literalmente apartado del mundo, y que