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Cartas a Katherine Whitmore

  Me alegro de ser poeta, de haber escrito versos, de todo lo que me ha llevado a este libro. Pero no me engaño: yo solo no lo hubiese escrito. Sin un alma tan hermosa como la tuya no habría sido. ¿Gratitud? Más que gratitud. Conciencia clara, radiante, de que toda la hermosura que puede haber en mi libro me une a ti, me enlaza a ti. Y no podré jamás sentir que el libro es mío.  (24 de enero de 1934. Cartas a Katherine Whitmore. Pedro Salinas) Si has escrito alguna vez una carta de amor, si la has recibido, ya sabes cómo es eso. La distancia aumenta el deseo. Y el deseo es el síntoma de la pasión. Escribes las cartas porque no puedes acariciar el rostro amado y en cada palabra que dibujas, estás tú, está todo lo que eres y que quieres transmitir, siquiera sea volando, a la persona que amas.  Las cartas de este libro (publicado por Lumen), las que Pedro Salinas (1891-1951) dirigió durante años a Katherine Whitmore (1897-1982), llevaban papel, sobre y sello. Estaba escritas con pluma y e

Cartas para Katherine

Me alegro de ser poeta, de haber escrito versos, de todo lo que me ha llevado a este libro. Pero no me engaño: yo solo no lo hubiese escrito. Sin un alma tan hermosa como la tuya no habría sido. ¿Gratitud? Más que gratitud. Conciencia clara, radiante, de que toda la hermosura que puede haber en mi libro me une a ti, me enlaza a ti. Y no podré jamás sentir que el libro es mío.  (24 de enero de 1934. Cartas a Katherine Whitmore. Pedro Salinas) Si has escrito alguna vez una carta de amor, si la has recibido, ya sabes cómo es eso. La distancia aumenta el deseo. Y el deseo es el síntoma de la pasión. Escribes las cartas porque no puedes acariciar el rostro amado y en cada palabra que dibujas, estás tú, está todo lo que eres y que quieres transmitir, siquiera sea volando, a la persona que amas.  Las cartas de este libro (publicado por Lumen), las que Pedro Salinas (1891-1951) dirigió durante años a Katherine Whitmore (1897-1982), llevaban papel, sobre y sello. Estaba escritas co