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Mostrando las entradas etiquetadas como Miguel Hernández

De Agatha a Jane

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Los libros son como los amores y como los lugares. Aparecen en tu vida en el momento adecuado, un momento único, indiscutible, exacto. No podría ser de otro modo. Si te niegas a ellos es para siempre. Por eso ahora recuerdo a Bartleby: Preferiría no hacerlo . Pero no es de Melville de quien quiero escribir, sino que se ha colado por alguna razón que desconozco. Sigo. Los libros son como los amores y como los lugares. Testigos de tu aprendizaje y de tus errores. Puedes hacer la línea de tu vida a través de los libros que leíste, la gente a la que amaste y los lugares que pisaste. Es un itinerario que a veces se entrecruza, pero, en la mayoría de las ocasiones, ni siquiera lo notas cuando ocurre. Sobre el amor y sobre el viaje, el libro tiene la ventaja de la permanencia y de la generosidad. Es tuyo y se abre ante ti para ti solamente. No te exige nada más que paciencia. No se acaba, no se rompe, no huye, no se llena de escandalosas edificaciones fruto de la especulación. Es, por as

Miguel (Hernández)

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Siéntate frente a mí y dime un verso, un verso cualquiera del poeta. Verás como lo sigo, como lo continuó, como termino declamándolo entero. Da igual donde rebusques. Da igual a qué libro pertenezca. Todo Miguel Hernández lo tengo en mi cabeza.  Uno es del poeta que camina contigo. El que aparece en la infancia, flotando en las palabras de tu padre, el que sigue allí mismo en la adolescencia, el que se escribe en la juventud y el que se recuerda en la madurez. Ese es el poeta y ahí está junto a ti, pase el tiempo que pase, impermeable al olvido.  Cuando eso ocurre, cuando un poeta entra en ti y se te mete en los ojos, en las manos, el corazón y la cabeza, entonces esos versos son un itinerario, un mapa en el que escribes tus mejores momentos y también un sitio en el que posas las horas de los llantos. Cuántas veces, Miguel, escribí tus palabras por ver si desde allí atisbaba sonrisas...Cuántas veces llamé a la libertad desde tus voces y cuántas veces me comprendí a mí

Acercar Miguel Hernández a los niños y jóvenes

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Podemos hacerlo a través de una serie de publicaciones que han surgido en torno al centenario del poeta y que nuestros alumnos entenderán a la perfección. Aquí tenéis estas recomendaciones: Anaya ha publicado Mi primer libro sobre Miguel Hernández , y Miguel Hernández, pastor de sueños , dos relatos sobre la infancia del poeta escritos por José Luis Ferris. Rosa Navarro Durán presenta La vida y poesía de Miguel Hernández contada a los niños (Edebé) Kalandraka Miguel Hernández: 25 poemas , ilustrados por Ajubel, Javier Zabala, Pablo Auladell o Miguel Calatayud Ediciones de La Torre recupera su indispensable Miguel Hernández para niños .

Miguel Hernández 1910-2010

Hoy, 30 de octubre de 2010, antesala del Día de Todos los Santos, se cumplen cien años del nacimiento en Orihuela (Alicante, España) de Miguel Hernández Gilabert, poeta, del que venimos hablando en este blog y en el Instituto, durante todo este mes. Otros afanes nos inspirarán a partir de ahora, pero lo importante será recordar que, al margen de centenarios, de modas y de ideas, la poesía de Miguel Hernández, su obra, está siempre ahí para ser leída. Y que su obra es lo que nos dejan los artistas, los poetas y dramaturgos, los pintores, los bailarines y actores. La obra artística, literaria, creadora, que tenemos a nuestro alcance y nos permite entender mejor el mundo que vivimos y apreciar lo mejor que tiene el ser humano.

Actividades sobre Miguel Hernández en el Instituto

Estos días se está montando la exposición de trabajos hechos por los alumnos sobre Miguel Hernández. En el patio del SUM del edificio principal está ya el expositor gris que usamos para estas cosas, con los primeros trabajos que han llegado a nosotros. En el edificio anexo, el grupo 1º de ESO B ha realizado numerosos trabajos que están en su aula. También hay cosas en la red, ya que, en el blog de Rosario Cruz con los alumnos de 2º de Bachillerato que cursan el Proyecto Integrado "Mujer, Arte y Publicidad", han dedicado una parte a Josefina Manresa, la mujer de Hernández. En este blog tienes el enlace, en el apartado de blogs de profesores.

Tu palabra, tu vida

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Dedicatoria: A mi madre Creo que no tendría aún quince años cuando mi madre me regaló ese disco de Serrat dedicado a Miguel Hernández. Una cubierta negra y unas canciones que aprendí, como hacía con todas las canciones que escuché tantas veces en mi infancia, mi adolescencia, mi juventud. Porque, además de escribir, la otra cosa que siempre me gustó hacer, que siempre quise hacer, fue ésa, cantar. Las canciones de Serrat venían a superponerse a los poemas de Miguel Hernández que yo ya conocía, que había leído y que tenía en unos librillos finos y de pastas muy blandas, algunos editados en México y que me mandaba de Madrid un amigo que estudiaba Económicas y que sabía más que todos nosotros, chavales de pueblo y de barrio, sin apenas mundo recorrido. Más allá de nuestras salinas y de la mar de Cádiz, los amigos que estudiaban en Madrid eran las voces de otros mundos y los ecos de otras formas de vivir. Por eso, José Luis me mandaba libros que no se podían encontrar en todas partes. Y as

Canción del esposo soldado

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He poblado tu vientre de amor y sementera, he prolongado el eco de sangre a que respondo y espero sobre el surco como el arado espera: he llegado hasta el fondo. Morena de altas torres, alta luz y ojos altos, esposa de mi piel, gran trago de mi vida, tus pechos locos crecen hacía mí dando saltos de cierva concebida. Ya me parece que eres un cristal delicado, temo que te me rompas al más leve tropiezo, y a reforzar tus venas con mi piel de soldado fuera como el cerezo. Espejo de mi carne, sustento de mis alas, te doy vida en la muerte que me dan y no tomo. Mujer, mujer, te quiero cercado por las balas, ansiado por el plomo. Sobre los ataúdes feroces en acecho, sobre los mismos muertos sin remedio y sin fosa te quiero, y te quisiera besar con todo el pecho hasta en el polvo, esposa. Cuando junto a los campos de combate te piensa mi frente que no enfría ni aplaca tu figura, te acercas hacia mí como una boca inmensa de hambrienta dentadura. Escríbeme a la lucha, siénteme en la trinchera: a

Tengo estos huesos hechos a las penas...

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Tengo estos huesos hechos a las penas y a las cavilaciones estas sienes: penas que vas, cavilación que vienes como el mar de la playa a las arenas. Como el mar de la playa a las arenas, voy en este naufragio de vaivenes, por una noche oscura de sartenes redondas, pobres, tristes y morenas. Nadie me salvará de este naufragio si no es tu amor, la tabla que procuro, si no es tu voz, el norte que pretendo. Eludiendo por eso el mal presagio de que ni en ti siquiera habré seguro, voy entre pena y pena sonriendo. Miguel Hernández

Para la libertad

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Para la libertad sangro, lucho, pervivo para la libertad mis ojos y mis manos como un árbol carnal generoso y cautivo doy a los cirujanos. Para la libertad siento más corazones que arenas en mi pecho dan espuma a mis venas y entro en los hospitales y entro en los algodones como en las azucenas. Porque donde unas cuencas vacías amanezcan ella pondrá dos piedras de futura mirada y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan en la carne talada. Retoñarán aladas de sangre sin otoño reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida. Porque soy como el árbol talado que retoño que aún tengo la vida. (Miguel Hernández)

Miguel

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Una vez los Reyes Magos, con la adecuada intervención de mi madre, me trajeron el disco de Serrat sobre Miguel Hernández. Antes de eso, y después, yo había leído toda su obra. La poesía y los libros biográficos, los ensayos sobre su vida y su obra. Creo que conozco casi toda su poesía de memoria. Me quedo con su poesía amorosa, con "Cancionero y romancero de ausencia". El disco de Serrat ayudó muchísimo a que una gran cantidad de personas se acercaran a su obra y eso que no es un disco fácil, todo lo contrario. Miguel Hernández fue un poeta peculiar. Hay quien lo considera un poeta menor, mediatizado por la política y por sus ideas. Pero creo que, quiénes esto opinan, no han leído con detalle su poesía, más allá de lo que en vida defendió y que pertenece a la esfera de sus convicciones que todos debemos respetar. A mí me resulta un personaje entrañable, misterioso, que anda en la trastienda de la poesía, porque nunca estuvo en la misma onda de otros poetas, con v