Iris Murdoch bajo la red
En sus fotos de juventud Iris Murdoch permanece seria, con una mirada distante, pensando en sus cosas, alejada del espectador, reconcentrada en sí misma. Solamente en las imágenes de los últimos años de su vida podemos verla esbozando sonrisas, siempre al lado del hombre con el compartió cuarenta y tres años, el profesor y escritor John Bayley (1925) que la cuidó cuando el Alzheimer empezó a rondarla unos cuatro años antes de morir. Son enternecedoras esas imágenes del matrimonio, en su casa o al aire libre, siempre juntos y siempre en la misma latitud. Lo que ya no me resulta tan agradable es ver la utilización que hace el cine de los libros que su marido escribió tras la muerte de la escritora y en los que relataba la vida de un cuidador de un enfermo de Alzheimer. Es triste e injusto que se hable de Murdoch más como una enferma que de una escritora. Pero estos son los efectos de vivir a base de titulares y de llamativas puntualizaciones, nada literarias. Ella, Jean Iris Mu