Epistolario táctil
Cuando leí este libro me divertí mucho. Ahora lo he releído y sigue divirtiéndome. Lo mejor de todo es el tira y afloja entre Leo y Emmi, que se relacionan por correo electrónico. Cuando las redes sociales eclosionaron hubo quien pensó que eso era la muerte del email, pero no es cierto. Las redes sociales propician una relación de uno con todos y, aunque existen los privados, la intimidad no es posible. Por su parte, lo mismo sucede con WhatsApp o Telegram o cualquiera de esos sistemas de mensajería en los que uno aparece en línea a poco que entra y ya te saturan de mensajes. Por no decir nada de los grupos que nunca dejan de sonar. El correo electrónico es otra cosa. Un invento magnífico. Una manera de escribir cartas, de llevar un epistolario, con las condiciones de tranquilidad, intimidad y confianza que las cartas exigen. No hay inmediatez en la respuesta y puede uno conservar los que quiera y destruir los otros. Largos, cortos, mejor o peor escritos, un correo electrónico