"Los niños tontos" Ana María Matute
Hay un ejercicio que me gusta hacer cuando llega el tiempo espacioso de las vacaciones. Nota al margen: que conste que escribí "despacioso" pero el corrector del Air me ha corregido a su vez y así ha surgido "espacioso" que es una palabra que también encaja a la perfección porque puede significar que hay espacio para todo, tiempo para aburrirse, que me decían cuando era chica. Ese ejercicio es husmear por las estanterías de mis libros a buscar cualquier cosa que me llame la atención y que me haga detenerme. Hay libros que ni siquiera recuerdas haber leído, haber comprado o que te hayan regalado. Dedicatorias curiosas de gente que ya no está en tu vida o que nunca estuvo, a pesar de que te regaló un libro. Algunos de esos libros, sin embargo, encierran un significado muy especial. Este es uno de ellos. Apenas tenía yo veinte años cuando lo leí, en esa edición de Destino de unos años atrás (la tercera edición, he de decir) y tengo en la cabeza la sensació