Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como Ático de los libros

"El juego del amor" de Elizabeth Taylor

Imagen
  Elizabeth Taylor (1912-1975) sabía mucho de triángulos amorosos. Durante quince años, estando ya casada, Elizabeth mantuvo correspondencia con un hombre desconocido. Se cruzaron miles de cartas en las que le cuenta todo, lo que hace, dice, piensa o escribe. A ella le gustaba escribir cartas y así se demuestra con su correspondencia con gente como Virginia Woolf, Kingsley Amis (de cuya esposa, Elizabeth Jane Howard era muy amiga) o Dorothy Parker, pero su modestia y discreción eran tales que pidió a sus familiares que destruyeran sus documentos personales cuando ella muriera. No sabemos qué destruyeron los deudos de Taylor pero sí que en la biografía que se publica en 2009 (una vez fallecido su marido, Kendall Taylor y ojo al dato), escrita por Nicole Bauman ("The Other Elizabeth Taylor") , se da noticia de esa extraña relación epistolar que le ocupó muchísimo tiempo y esfuerzo, a tenor del número de misivas. Quién era ese hombre, cómo lo conoció, qué relación tenían…

Mi abuela rusa y su aspiradora americana. Meir Shalev

Imagen
Algunas personas están obsesionadas con el polvo, la limpieza, los ácaros, la desinfección y la pulcritud domésticas. En las películas suelen aparecer obligando a sus visitantes a colocarse paños en los pies para poder pisar sus inmaculados parqués. Esta manía, si se lleva hasta un extremo bastante insoportable, se puede convertir en una obsesión. Y existen estas obsesiones, ya os lo digo.  He conocido a algunas. Por ejemplo, mi tía Clara Eugenia. Tenía un piso precioso, en la mejor zona de la ciudad, que compartía con su marido y sus cuatro hijos. Tres chicos y una chica, ninguno de los cuales parecía entender la obstinación de su madre para que todo brillara y reluciera siempre. Eran chicos normales, que pasan su época de guarrismo habitual y luego se convierten en unos despilfarradores de toallas de baño. Pues bien, mi tía Clara Eugenia tenía dos cocinas. Sí, no exagero. La cocina "en uso", estaba en una habitación pequeñita, habilitada junto a una de las terraz

"La señorita Dashwood" de Elizabeth Taylor

Imagen
Si te llamas Elizabeth Taylor y no eres la famosa actriz de ojos color violeta, casada varias veces, dos de ellas con el grandísimo Richard Burton (ay, esa voz declamando a Shakespeare, que este año es para mí WS4), lo tienes negro, lo tienes mal. Puedes preguntar a quien quieras, incluso a Google, pero nadie hablará de ti. Prueba entonces a añadirle a ese nombre la palabrita mágica, "escritora" o "writer". Entonces quizá sí, entonces aparecerá una entrada o dos a lo sumo dedicada a Elizabeth Taylor, la "otra".  Más fácil es irte a la página de la editorial que está sacando a la luz sus textos olvidados: Ático de los Libros. Allí encuentras noticia de ella y te puedes ir haciendo una idea de qué estamos hablando.  Elizabeth Taylor (1912-1975) fue una novelista y escritora de relatos británica. Kingsley Amis la describió como “una de las mejores novelistas inglesas nacidas en este siglo”; Antonia Fraser se refirió a ella como “una de las escritor