La música de las despedidas


Si te amanece una mañana fría, con densa niebla a tu alrededor, con la humedad prendida hasta los huesos, con un palpitante deseo de que aparezca el sol y este no llega, si te amanece así tendrás que echar mano de los cuentos de hadas para saber que, antes de su final, hay siempre un tiempo de desolación, de búsqueda, de camino sin vuelta, de colores baldíos. 

Aprende a despedirte de los sueños que no tienen retorno, que no se comunican con tus sueños, que no tienen la vida incrustada en las manos. Aprende a despedirte de aquello que no escribiste tú, de las letras de otros, de las viejas mentiras que escuchaste porque estabas cansada y no había tiempo de cambiar la canción. Aprende que las despedidas no siempre significan adiós, y que algunos adioses te traen hasta ti misma la esperanza. 

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