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Mis libros de 2017


En ese recorrido mental que hago sobre las lecturas de este año me detengo en primer lugar en esta novela negra del alter ego de John Banville, Las sombras de Quirke y que me supuso encontrarme con un aspecto del forense más humano y tierno: está enamorado y ha pasado una enfermedad importante. Aparece la familia de Quirke, la mujer de quién está enamorado, su faceta humana, esa preocupación por su trabajo, porque alguien le quitará el puesto si se descuida y todo ello mientras se desarrolla la investigación del suceso en concreto que le da razón de ser a la historia. Creo que esta entrega de Quirke es la mejor que ha escrito Banville-Black. 


En 2017 he leído un libro espléndido El libro de la almohada de la dama Sei Shônagon, que me dejó impactada por su delicadeza, su contenido tan especial y su forma de expresión. Es una especie de dietario en el que se recogen costumbres, acontecimientos y emociones por parte de la dama Sei, con gran delicadeza y expresividad. Otro que no pude evitar leer con enorme aprensión y en ascuas fue La mancha humana, de Philip Roth, que no se ha publicado en 2017 pero que ha llegado a mis manos este año. Escalofriante y, como todo lo de Roth, tan bien escrito que da miedo, que horroriza. El desenlace es brutal, de esos que te dejan pensativa y que te impactan. Roth es un enorme escritor, un mago de las palabras y un especialista en encogerte el corazón, a veces con personajes repulsivos y con hechos que te causan resquemor y aspereza, pero siempre con un lenguaje brillante y único. 


Lo ligero, alegre, superficial, tan necesario, ha estado este año para mí representado por varios libros deliciosos: Yo también soy una chica lista, de Lucía Lijtmaer, por ejemplo, un encantador tratado de costumbres que entretiene y eleva la moral. Estos libros sencillos vienen muy bien en determinados momentos de la vida. Te generan buenas vibraciones y te ayudan a sobrellevar el desencanto. O el estallante Un bolso y un destino, de Leigh Himes, lleno de sueños que se hacen realidad y que contrastan con la vida. Precisamente por eso me gusta leerlos. Son los cuentos de hadas de la actualidad. Cuentos de hadas hechos para gente adulta y que te hacen volver la vista a la adolescencia, cuando todo era posible, cuando lo esperabas todo. 


La última palabra, de Hanif Kureishi me ha supuesto una verdadera revelación, un narrador prodigioso, potente, una historia que te desarma. Los personajes son excepcionales y tiene un ritmo en el que los acontecimientos se suceden como si fueran portazos en una puerta de cristal. Lo mismo que Amy e Isabelle de mi admirada Elizabeth Strout de quien todo lo que leo es relevante y llega al corazón. Descubrí a esta escritora con Yo soy Lucy Barton y he seguido leyéndola con interés. En este libro, Amy e Isabelle, la madre y la hija se trasmutan en víctimas la una de la otra y a veces en antagonistas, de una forma pulcra y sosegada no exenta de una virulencia emocional que nos genera sentimientos encontrados.


La descripción de la vida privada de Jane Austen en el libro Jane Austen en la intimidad, escrito por Lucy Worsley es un hallazgo. Interesante, bien escrito y lleno de detalles que me han servido para conocer mejor a mi escritora favorita. No esperaba encontrar tanto detallismo confrontado con la época histórica de forma que resulta muy creíble todo lo que narra, aunque la autora ha tenido que hacer un considerable esfuerzo de reconstrucción pues ya sabemos que Cassandra Austen destruyó buena parte de la correspondencia privada de su hermana Jane. Sin embargo, quedan muchos restos que aquí se han utilizado. Una cosa buena del libro es que pone en tela de juicio la bonachona pero inexacta visión de Austen que tenían sus familiares y que han transmitido en algunos libros. 


Muy fuerte y dramático el libro de Concita de Gregorio, Parece que fuera es primavera, basado en un hecho real. Dramático y escalofriante, pero también humano y lleno de verdad. Los libros basados en hechos reales tienen un plus de sensaciones que son siempre excitantes, fuertes, llenas de vida. En este caso, es un drama humano teñido de investigación policíaca y lo he encontrado verosímil y potente. He leído cosas de literatura japonesa actual, entre ellas el que más me ha gustado ha sido La chica de Kyushu, de Seicho Matsumoto, un thriller lleno de interés y muy bien llevado. La literatura japonesa se está abriendo paso en mi biblioteca y eso me resulta explicativo de que hay fronteras que deberíamos traspasar. La historia que aquí se narra, basada en un inocente que muere en la cárcel y en la investigación que su hermana quiere que se realice a toda costa, muestra una cara de la justicia y de las relaciones humanas que no dista mucho de lo que podríamos encontrar en occidente. Otra novela misteriosa y profunda es Lo que dijo Harriet de Beryl Bainbridge, inteligente y llena de fuerza. Un halo de misterio, de cosa escondida difícil de clasificar, hace de este libro algo desasosegante. 


Soy muy de Laurie Colwin. Con ella las cosas no son lo que parecen. En este libro, Felicidad familiar, se ponen en tela de juicio situaciones cotidianas que, en realidad, nos perturban mucho más de lo que pensamos. Esta es una escritora muy interesante que, desgraciadamente, murió de forma prematura en 1992. También he leído de ella Tantos días felices. Aquí, en Felicidad familiar, una perfecta ama de casa hija de otra perfecta ama de casa se enamora de un bohemio y pone en tela de juicio toda su existencia perfecta. 




Un buen tipo, de Susan Beale, es un libro curioso. Comienza con un aire intrascendente pero vamos descubriendo que no es exactamente así y que detrás de la vida cotidiana, de la fachada normal de cualquier persona, se esconde un secreto, una sorpresa. Esa vuelta de tuerca lo convierte en especial, más allá de que parece que es sencillo y sin demasiadas pretensiones. 


Comentarios

Raquel ha dicho que…
Una lista muy interesante. Me llevo apuntados varios títulos, especialmente el de Laurie Colwin, que me llama muchísimo la atención, y el de Amy e Isabelle por esas complejas relaciones materno-filiales que creo que la autora sabe retratar con tanto acierto.
Un abrazo y ¡feliz año lector!
Caty León ha dicho que…
Gracias por tu comentario, Raquel. Un abrazo también para ti y un feliz año lleno de nuevas e interesantes lecturas. Vuelve pronto.

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