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"La señora Jenny Treibel" de Theodor Fontane


Leí hace algún tiempo la que se considera obra maestra de Theodor Fontane (1819-1898): Effi Briest. De ella hizo una versión cinematográfica muy notable R. W Fassbinder en 1974. Theodor Fontane, maestro del realismo literario alemán, plasmó en ese libro las contradicciones de la sociedad moderna con respecto a las mujeres.

Las tensiones que la sociedad industrial generaron en las clases medias y la manera en que las mujeres se incrustan en ellas como si fueran apéndices y no tuvieran otra cosa que hacer que agradar es una temática recurrente en este escritor. En Effi Briest un matrimonio de conveniencia dará al traste con las posibilidades de felicidad de la protagonista. Las rígidas costumbres de la sociedad prusiana traerán, además, la desgracia a la protagonista y a su engañado marido. En este libro de ahora, La señora Jenny Treibel, vuelve a tratarse el tema de la elección entre lo que debe hacerse y lo que se desea hacer.


(Afiche de la versión para el cine de Effi Briest, por Fassbinder)

Fontane era un buen conocedor del mundo. Fue, antes de escritor de novelas, corresponsal de guerra, autor de libros de viajes, poeta, periodista y crítico teatral. Su primera novela, Antes de la tormenta, la publicó con sesenta años, cuando ya tenía una amplia experiencia de la vida y había observado los cambios sustanciales que el siglo XIX había traído a las familias y a la convivencia en general.Su visión de la naturaleza humana era muy aguda, llena de mirillas a través de las cuales oteaba no solo el exterior sino el interior de sus personajes, especialmente de las mujeres, mucho más emotivas, divertidas, dubitativas y entretenidas que los personajes masculinos que retrata.

En algunas otras novelas vuelve a tratar esa dualidad entre deber y deseo, como en La adúltera, de 1882, basada en un hecho real que terminó trágicamente; Cécile, de 1886, en la que vuelve a tratar el tema del adulterio; Errores y extravíos, de 1888; La elección del capitán von Schach, de 1883; Stine, de 1890; Irreparable, de 1891 y la póstuma Stechlin, de 1897. Su estilo literario es irónico, y a veces, también implacable. En realidad su mirada es tan crítica que nos cuesta discernir aquello que él mismo piensa. Se esconde, podíamos decir, tras sus propios personajes.


(Fotograma de la versión cinematográfica de Effi Briest)

La protagonista de La señora Jenny Treibel no es Jenny Treibel sino Corinna Schmidt. Corinna es hija de un profesor de instituto muy amante de la poesía, de temperamento estrafalario y que siempre estuvo enamorado de, ella sí, Jenny Treibel. Sin embargo, a la hora de elegir marido, Jenny Treibel prefirió casarse con alguien que le iba a proporcionar una vida más regalada y mayores posibilidades de ascenso social. Por eso se casó con un industrial acaudalado aunque sigue frecuentando al profesor y a su familia.

En el libro, Corinna se enfrenta a un dilema, el mismo dilema que viven muchos de los personajes femeninos de Fontane: casarse con un hombre que le gusta aunque es de posición inferior, como Marcell Wedderkopp, su primo; o hacerlo con un futuro hombre rico, como Leopold, el hijo menor de Jenny Treibel. El hijo mayor, Otto, ya está casado con Helene, y en el libro se establece un curioso pugilato entre la nuera y la suegra, algo que el fino sentido del humor de este escritor define muy acertadamente. Un pugilato que tendrá consecuencias en toda la trama, advierto. La historia se repite, podríamos decir. Y con ello emplazamos a Jenny Treibel a posicionarse después de muchos años de matrimonio con un hombre sensato, próspero y no con un extravagante poeta con personalidad propia. ¿Volvería a hacer lo mismo si estuviera en el lugar de Corinna? Una conversación que ambas mantienen al principio del libro nos hace reflexionar sobre ello y nos crea serias dudas.

Sin embargo, la decisión de Jenny Treibel al respecto de con quien ha de casarse su amado hijo no estará condicionada por los sentimientos. Contra lo que pueda parecer, Fontane describe a una mujer práctica, una mujer que, en su día, ya optó por la seguridad económica y el prestigio social, algo que sabe muy bien su amor desdeñado, el padre de Corinna.

Y es este, precisamente, el que asegura al desesperado Marcell que la señora Jenny Treibel jamás aprobará el matrimonio de su hija con una muchacha sin posibles. "Es una persona peligrosa, tanto más cuanto que no lo sabe bien ella misma y se cree de verdad que es puro sentimiento y, sobre todo, que ama "lo sublime". Pero lo único que ella ama es lo que tiene peso, lo que inclina la balanza y devenga intereses, y por mucho menos de medio millón no suelta a Leopold, venga de donde venga ese medio millón". He aquí, por tanto, que el señor Schmitd, no se hace ilusiones acerca del carácter de la mujer que amó. Maravilloso síntoma de cordura, a pesar de que se le achacan al viejo profesor veleidades poéticas constantes. El final del libro, que no desvelaré, es delicioso y coherente. Y las descripciones de los actos sociales, las cenas, los carruajes, las casas....más propias de un libro escrito por una mujer que por un hombre. Pero ese es el encanto de Fontane, que lo escudriña todo.

La cuestión, por tanto, no está solo en elegir marido, sino en el peso que el dinero, el poder, la vida social, tiene en las elecciones personales. Y en el modo en que las vidas soportan un plus de hipocresía y de sometimiento a las normas, de manera que los que se quedan fuera no tienen sitio en la sociedad. Y los ascensores sociales ya existían y todo el mundo quería tener un lugar bajo el sol. La nueva nobleza de la madera y el carbón exigía un sitio y mantenerlo cuesta. Estas son las preocupaciones de Fontane y los temas principales de sus novelas.

La biografía de Theodor Fontane es un mosaico lleno de datos interesantes. Hijo de emigrantes franceses tuvo una educación muy irregular y nada humanística, algo que él echó siempre de menos. Fue ayudante de farmacia durante varios años y vivió en Inglaterra entre 1855 y 1859, llegando a dirigir allí un periódico. El periodismo es la forma en la que se acercó a la literatura y también la poesía, llegando a recopilar un buen número de Baladas en un volumen de 1861. En el año 1870 fue detenido como espía y preso durante unos meses hasta que intervino el propio Bismarck para que pudiera quedar en libertad.

La señora Jenny Treibel. Theodor Fontane. Traducción de Carmen Gauger. Contraseña Editorial. Primera edición noviembre 2012. 

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