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Roald Dahl

Roald Dahl, escritor británico autor de obras como Charlie y la fábrica de chocolate o Matilda, vuelve a ser noticia veinte años después de su muerte con la aparición del principio de un cuento inédito. Aunque pueda parecerlo no estamos ante un caso de herederos sacacuartos dispuestos a vender hasta los crucigramas inacabados si no que esta ocasión el tema es un poco más interesante. En mil novecientos ochenta y dos, Jerry Biederman y Tom Silberkleit consiguieron un relato inacabado de Dahl para un proyecto editorial llamado The Do-It-Yourself Children’s Storybook para el que esperaban contar con varios cuentos para terminar que debían finalizar los niños.
Para este “hazlo tú mismo” contaron con Dahl entre otros autores como Richard Adams, P.L. Travers o Madeleine L’Engle, pero el proyecto se abandonó; Dahl fue el único que quiso cobrar por anticipado ya que tenía una deuda por la misma cantidad que le ofrecían por el relato, doscientos dólares. El cuento, junto con el resto de relatos inconclusos, acabó olvidado durante todos estos años, hasta que, tras una oportuna limpieza de garaje, Biederman recuperó el texto y con él la idea, puesto que el contrato sigue en pie, según defienden sus abogados, siempre y cuando pague a los autores. La intención es hacer la propuesta editorial este próximo enero.
El proyecto también pasa ahora por una versión digital en la que unir a autores contemporáneos al recopilatorio de principios (en la lista de deseos de Biederman ha apuntado una colaboración de J.K.Rowling).
Por ahora, no hay duda de que Biederman ha sabido mover sus fichas al menos en el terreno publicitario, al poner el original de Dahl, The eyes of Mr Croaker, a subasta en internet a través de ebay, consiguiendo la suma de mil novecientos dólares y aparecer en multitud de medios de comunicación.
Dahl consiguió crear un mundo amargo y fascinante en sus relatos infantiles y esperamos que Los ojos de señor Croaker sigan por esa senda. La iniciativa en sí, darles a los niños la oportunidad ya no de imaginar, que eso ya lo hacen solos, sino de ver la literatura como un juego en el que pueden participar activamente como autores, me parece magnífica aunque, y aquí entre mi desconocimiento del medio, no sé si alguna editorial ya lo ha hecho. Si no es así, me parece que es hora de ir copiando ideas.
(Noticia e ilustración recogida del blog Lecturalia)

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