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Proyecto Almanaque: Isabel Allende

(Iniciamos una serie de entradas del blog en las que van a ir apareciendo los textos usados en el Proyecto Almanaque, así como los comentarios asociados a los mismos, con el fin de que puedan ser utilizados por los profesores que lo deseen)

El Bosque de los Pigmeos

Isabel Allende

Fragmento:

“A una orden del guía, Michael Mushaha, la caravana de elefantes se detuvo. Empezaba el calor sofocante del mediodía, cuando las bestias de la vasta reserva natural descansaban. La vida se detenía por unas horas, la tierra africana se convertía en un infierno de lava ardiente y hasta las hienas y los buitres buscaban sombra. Alexander Cold y Nadie Santos montaban un elefante macho caprichoso de nombre Kobi. El animal le había tomado cariño a Nadia, porque en esos días ella había hecho el esfuerzo de aprender los fundamentos de la lengua de los elefantes y de comunicarse con él. Durante los largos paseos le contaba de su país, Brasil, una tierra lejana donde no había criaturas tan grades como él, salvo unas antiguas bestias fabulosas ocultas en el impenetrable corazón de las montañas de América. Kobi apreciaba a Nadia tanto como detestaba a Alexander y no perdía ocasión de demostrar ambos sentimientos.

Las cinco toneladas de músculo y grasa de Kobi se detuvieron en un pequeño oasis, bajo unos árboles polvorientos, alimentados por un charco de agua color té con leche. Alexander había cultivado un arte propio para tirarse al suelo desde tres metros de altura sin machucarse demasiado, porque en los cinco días de safari todavía no conseguía colaboración del animal. No se dio cuenta de que Kobi se había colocado de tal manera, que al caer aterrizó en el charco, hundiéndose hasta las rodillas. Borobá, el monito negro de Nadia, le brincó encima. Al intentar desprenderse del mono, perdió el equilibrio y cayó sentado. Soltó una maldición entre dientes, se sacudió a Borobá y se puso de pie con dificultad, porque no veía nada, sus lentes chorreaban agua sucia. Estaba buscando un trozo limpio de su camiseta para limpiarlos, cuando recibió un trompazo en la espalda, que lo tiró de bruces. Kobi aguardó que se levantara para dar media vuelta y colocar su monumental trasero en posición, luego soltó una estruendosa ventosidad frente a la cara del muchacho. Un coro de carcajadas de los otros miembros de la expedición celebró la broma.

Nadia no tenía prisa en descender, prefirió esperar a que Kobi la ayudara a llegar a tierra firme con dignidad. Pisó la rodilla que él le ofreció, se apoyó en su trompa y llegó al suelo con liviandad de bailarina. El elefante no tenía esas consideraciones con nadie más, ni siquiera con Michael Mushaha, por quien sentía respeto, pero no afecto. Era una bestia con principios claros. Una cosa era pasear turistas sobre su lomo, un trabajo como cualquier otro, por el cual era remunerado con excelente comida y baños de barro, y otra muy diferente era hacer trucos de circo por un puñado de maní. Le gustaba el maní, no podía negarlo, pero más placer le daba atormentar a personas como Alexander. ¿Por qué la caía mal? No estaba seguro, era una cuestión de piel. Le molestaba que estuviera siempre cerca de Nadia. Había trece animales en la manada, pero él tenía que montar con la chica; era muy poco delicado de su parte entrometerse de ese modo entre Nadia y él. ¿No se daba cuenta de que ellos necesitaban privacidad para conversar? Un buen trompazo y algo de viento fétido de vez en cuando era lo menos que ese tipo merecía. Kobi lanzó un largo soplido cuando Nadia pisó tierra firme y le agradeció plantándole un beso en la trompa. Esa muchacha tenía buenos modales, jamás lo humillaba ofreciéndole maní. “


Cuestiones a tratar sobre el texto:

Este texto puede muy bien servirnos para plantear cuestiones relacionadas con la Ecología, un aspecto que interesa mucho a los estudiantes. El fragmento forma parte del libro “El Bosque de los pigmeos”, que la autora publicó en la editorial Random House Mondadori, dentro del sello Montena. Se trata de una edición hecha en papel ecológico y con el aval del Greenpeace España.

Todo lo que tiene que ver con África, con los paisajes naturales, con los animales salvajes, con las expediciones europeas a ese continente, es una fuente de inspiración para numerosas obras literarias, musicales y cinematográficas. Incluso en el campo de la animación, ha tenido un gran éxito la obra “El Rey León” y sus secuelas. Esto quiere decir que se trata de un tema inagotable y atractivo.

En cuanto a la autora, Isabel Allende ha escrito numerosas obras para el público adulto, pero su incursión en el campo de la literatura juvenil con la trilogía “Las Memorias del Águila y el Jaguar” de la que forma parte el libro que comentamos, ha tenido un gran éxito. En Internet se puede profundizar en el conocimiento de su vida y su obra.

Qué podemos hacer con el texto:

1. Lectura atenta del texto por los alumnos en voz baja.
2. Lectura en voz alta, por varios alumnos. Recordamos la importancia de que los alumnos se acostumbren a leer y hablar en voz alta, con público incluido, como una manera de afianzar su autoestima, su seguridad en sí mismos, sus recursos oratorios, etc.
3. Comentario de todo el grupo sobre el texto. Aquí podemos fijarnos en varios aspectos interesantes:

*El aspecto ecologista: europeos en África.
*El aspecto histórico: la colonización del continente africano.
*El curioso enamoramiento del elefante: cómo un animal es considerado, por la autora, como si fuera una persona, en sus pensamientos y emociones. Se trata de un recurso de “humanización”.

4. Pueden plantearse debates diversos y muy interesantes sobre este fragmento. En el punto anterior se han enunciado dichos debates y quizá surjan otros al hilo de la lectura.

5. Hay muchas películas relacionadas con la temática. Podrían visionarse y comentarse, como colofón del trabajo.

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